Comenzaban los años 90´ y los cirujanos digestivos Sergio Guzmán, Alvaro Zúñiga y Luis Ibáñez estaban convencidos que el entonces Hospital Clínico de la Universidad Católica debía desarrollar un Programa de Trasplante Hepático por dos razones fundamentales: “era un servicio que teníamos que entregar a nuestros pacientes y además le permitía a nuestro hospital crecer en complejidad”, señala el doctor Guzmán.

En 1993 los doctores Guzmán y Zúñiga realizaron su especialización en Estados Unidos. A comienzos de 1994 trasplantaron junto al Dr. Ibáñez exitosamente a un paciente que tenía cirrosis hepática y cáncer de hígado. 

En 1997 el doctor Jorge Martínez -quien volvía de cursar un postgrado en trasplante de hígado en el Hospital Saint-Luc de la Universidad de Lovaina, en Bélgica- le dio nueva forma al Programa junto con el apoyo del médico hepatólogo Marco Arrese; los médicos anestesiólogos Mario Concha y Hernán Muñoz; los médicos intensivistas Guillermo Bugedo y Glenn Hernández y la enfermera Rossana Giancaspero. 

Con el correr de los años se irían incorporando nuevos especialistas y se desarrollarían innovadoras técnicas quirúrgicas como el Split hepático que permite utilizar un hígado en dos pacientes, trasplante hepático en embarazadas, trasplante hepático con hígados marginales y trasplante hepático con donante vivo. 

“A la fecha, nuestro Programa ha realizado un total de 400 trasplantes hepáticos, más de 50 de ellos en el último año- lo que nos posiciona como la institución con la mayor casuística del país y en un centro de alto volumen a nivel internacional”, afirma el doctor Martín Dib, Cirujano de Trasplantes y Jefe del Programa de Trasplantes UC CHRISTUS.

La clave ha sido contar con tecnología de punta y sobre todo un robusto equipo multidisciplinario compuesto por cirujanos expertos en trasplante de alta complejidad, hepatólogos, anestesiólogos, intensivistas, psiquiatras, radiólogos y enfermeras especializadas.

“Nuestro desafío es disminuir el tiempo y la mortalidad en la lista de espera para trasplante hepático ofreciendo nuevas alternativas para nuestros pacientes, como el trasplante con donante vivo para adultos y niños. Es un orgullo pertenecer a un equipo con tanta pasión por salvar la vida de pacientes tanto del sistema público como privado”, concluye el doctor Dib.