La Dra. Raquel Aguilera no siempre quiso ser médico. Cuando niña le gustaba el teatro y en algún momento la historia, pero el peso de su madre pediatra y ver como ella ayudaba a las personas, terminó por decidir finalmente ese fuerte impulso por la medicina que sintió desde que tuvo conciencia.

Estudió medicina en la Universidad de Chile y también la especialidad que Inmunología y empezó a trabajar en la U. Católica en 2000. “Veía como mi mamá trabajaba en la consulta y en el consultorio y me gustaba su relación con las personas. Por eso al final igual uno toma la decisión y las cosas se van enrielando", cuenta.

¿Cómo se decidió por la Inmunología de adulto?

Cuando salí medicina no sabía muy bien qué quería hacer. No me gustaba la cirugía, tampoco la medicina interna, no me gusta los turnos y te tincaba inmunología, lo encontraba diferente y me metí a un magister de investigación. Y me encantó. Entonces como me gusta ver pacientes, hice la beca de y así fue como llegué.

¿Qué le gustó de la especialidad de la especialidad de inmunología en Chile?

Al saber cómo funciona el sistema inmune, puedes tener más herramientas para manejar a los pacientes. El sistema inmune está en todo el cuerpo, no hay un órgano específico, sino que está ahí y es como una forma que tiene el organismo de estar comunicándose entre sí todo el tiempo.

¿cómo se relaciona con los pacientes de inmunología adulto?

Creo que como soy sociable, me gusta estar con gente y poder ayudar. También la relación que se crea con el paciente, poder ayudarle, empatizar y motivar. Entonces en la medida que uno tenga recursos y se uno se va como especializando, es entretenido ver pacientes, eso de poder estar con las personas y colaborar en que se sientan mejor.

¿Cómo lo hizo con la inmunología en tiempos de pandemia en Chile?

Nosotros empezamos súper luego a ver Telemedicina y finalmente tuvimos que adaptarnos. Aprendí que igual uno logra una relación con el paciente a través de la Telemedicina, fue una gran herramienta. Ahora que estamos presencial, es mucho más agradable para el paciente y para el equipo de salud. Eso te da un ambiente mucho más ameno para trabajar. Pero me di cuenta que uno se puede adaptar casi a todo, y lo más importante, ser flexible y tratar de sacar lo mejor de las herramientas que teníamos. Ahora, la relación con los pacientes no ha vuelto a ser igual, porque estamos con mascarilla. Yo creo que hay cosas que van a quedar por mucho tiempo, sobre todo en la mente médico.

¿Qué extraña del tiempo previo a la pandemia del Coronavirus en Chile?

Una de las cosas que más echo de menos es viajar, me encanta viajar por placer y a congresos presenciales, en los que me encontraba con colegas de distintas partes. También salir, juntarme con la familia, hacer yoga. Yo iba tres veces a la semana a un centro a hacer yoga presencial. Ir al teatro, al cine. Bueno, ahora poco a poco estamos saliendo a hacer este tipo de cosas.

¿Qué actividades descubrió que podía hacer?

Que se puede hacer yoga en la casa y sus bondades, que nada, te levantas de la cama y vas y haces yoga. Tejí harto a crochet y a palillo y armé varios puzles.

¿Tiene algún desafío laboral pendiente?

El desafío a corto plazo es sacar la beca de inmunología y que hemos estado trabajando desde que llegué. Hay muy pocos especialistas inmunólogos en Chile y estamos al debe. Hay mucha demanda por especialización, pero poca oferta, por eso es un tremendo desafío -por una satisfacción personal, porque a que a mí me gusta enseñar y tener becados, pero también como un aporte al país- abrir otro centro formador de buenos inmunólogos en Chile y que sea en la Católica. Hemos tenido alumnos que han querido hacer la beca y no tenerla es super triste. Por eso estamos trabajando intensamente para tener nuestros primeros alumnos en 2023, lo que será un gran hito.

¿Tiene algún lugar favorito en el mundo que le encante?

Me encanta Barcelona, me gustaría ir de nuevo. A las Torres del Paine también y a un lugar que quiero ir es a África, a Marruecos o a Egipto, esto tengo pendiente.

¿Y su comida favorita?

No soy para nada buena para cocinar, pero me gusta la comida chilena, extraño esos sabores típicos, más tradicionales como los porotos granados y el charquicán, que son mis platos preferidos.

¿Cómo sería tu día ideal?

Lo ideal sería despertar y partir el día haciendo yoga temprano en la mañana. Y después un rico desayuno, que es la comida que más importa y la que más me gusta. No puedo levantarme sin desayunar. Después trabajar en la mañana y en la tarde venirme a almorzar a la casa. Más tarde juntarme con una amiga a hacer alguna cosa y pasar a ver a mi sobrino, ir a ver a mi mamá, ir al cine. En la noche juntarme con mi pololo a ver una película, relajados comiendo algún picoteo con un vinito. Ese sería un día ideal.

¿Qué mensaje les daría a las personas de inmunología de la UC CHRISTUS?

Agradecer a todos, tanto administrativos como los de todas las profesiones de apoyo médico, a los médicos, los que han estado en la UCI, agradecerles a todos la flexibilidad y las ganas que le ha puesto para salir adelante. En la Red yo lo vi, nadie andaba con la cara larga, todo el mundo tirando para arriba, siempre con compañerismo. Yo creo que es espíritu que se logró, a pesar de que estábamos en los peores meses, es súper valorable y hay que darle las gracias a todos porque en verdad, es algo que implicaba poner mucha buena energía.