UNIDADES

Formar y sostener una “relación de pareja” constituye un desafío relevante en la vida de las personas. Desafío que se despliega en numerosos y variados roles, los que expuestos a las exigencias de la convivencia en pareja, llevan a sus miembros a conflictos que muchas veces producen profundo dolor y distanciamiento.

No hay duda que los conflictos que emanan de nuestras naturales diferencias son inevitables y consustanciales a la condición humana y a las relaciones interpersonales. Por lo tanto las parejas que enfrentan mal los conflictos tienden a herirse, a encontrar soluciones normalmente ineficaces y dolorosas para la relación y para sus miembros.

Una intervención psicoterapéutica oportuna permite reparar las ofensas, así como aprender a mantener una conexión afectiva que permita desarrollar un vínculo seguro y cohesionado.

Trabajamos también la sexualidad como un recurso para fortalecer la vida en pareja. Por esta razón nos parece relevante abordar y ayudar a las parejas a resolver las dificultades que puedan producirse en este ámbito, facilitando el enfrentamiento de las exigencias de rendimiento, los miedos, la angustia, los sentimientos de culpa o de vergüenza así como de cualquier elemento que dificulte el contacto, la intimidad y el placer. Para el abordaje de estas problemáticas creamos un espacio emocional seguro y de aceptación, en el que las personas puedan hablar con tranquilidad respecto de sus dificultades y de su sexualidad.