Se estima que más de 60 millones de personas en el mundo tienen glaucoma y de acuerdo a la OMS, 9 millones de personas están ciegas debido a esta condición.

El glaucoma es una enfermedad silenciosa ya que no tiene síntomas. La única manera de detectarla es a través de controles oftalmológicos que permiten evitar su avance y, con ello, prevenir la ceguera.

“Es vital realizarse los controles oftalmológicos en forma periódica, puesto que aunque no existe cura sí podemos diagnosticarlo a tiempo y frenar su progresión”, explica la doctora Jimena Schmidt, oftalmóloga de la Red de Salud UC CHRISTUS.

Para prevenir el glaucoma, los especialistas recomiendan que las personas menores de 40 años se realicen chequeos cada dos o cuatro años. A partir de los 40 –y en caso que existan antecedentes familiares de glaucoma o la persona sea diabética, hipertensa o miope- , el examen debería ser anual. Además, para las personas de más de 65 años, la recomendación es un control semestral.

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