Ximena García es un ícono del Centro de Especialidades Médicas, no solo por los 34 años que lleva trabajando en nuestra Red de salud, sino también por el gran liderazgo que transmite y la confianza que entrega a su equipo, aun en los momentos más complejos.

Durante la pandemia, la mayoría de su personal a cargo en el Servicio de Gastroenterología se fue a trabajar al Hospital, por lo que a ella le toca asumir las labores clínicas y a distancia y se mantiene apoyando a las enfermeras y técnicos de su equipo que están en la primera línea.

“Yo soy una persona optimista, pero fue difícil cuando recién empezó la pandemia, empezaron a pedir gente del Hospital. Mi primer temor fue que mi personal que nunca había ido y que están acostumbradas a otro tipo de trabajo, era enfrentarse al miedo del contagio, pero también porque toda su vida iba a cambiar”, cuenta Ximena.

“Trabajar con ellas ese aspecto fue muy duro. Llegaban todas llorando y yo tampoco tenía mucha claridad sobré lo que iba a pasar, así que las tranquilizaba y contenía, intentando conectarlas con el sentido más profundo de lo iban a hacer. En una semana, de 6 enfermeras que somos me quedé sola, todas se fueron al Hospital, y de 17 auxiliares me quedé con 3, y una algunas tardes iba a curar escaras”, prosigue.

“Aun cuando uno piensa que no va a ser capaz de sobreponerse o de poder dar una respuesta urgente, rápida e incluso sobrehumana, uno puede, uno es capaz de hacerlo siempre. A pesar de la experiencia devastadora que ha significado esta pandemia y aun cuando uno sienta que lo perdió todo y que está sola, en realidad nunca es así, siempre hay alguien que aparece o uno puede sacar algo de uno mismo para salir adelante. Ahí sale la fortaleza del ser humano, y te confieso que después de esta experiencia, estoy preparada para lo que sea”, reflexiona.