Desde el inicio de la lactancia y las características de la leche van cambiando para naturalmente entregarle al bebé los nutrientes para su crecimiento.

Los primeros días luego del nacimiento aparece el "calostro", de color más amarillo y consistencia espesa. Posteriormente aparece la leche propiamente tal, que aumenta en volumen y se vuelve más blanquecina.

Beneficios para la madre:

• Reducción de las hemorragias postparto.
• Recuperación de peso pregestacional.
• Disminuye el riesgo de cáncer de mama y de ovario.
• Favorece el vínculo madre/hijo.
• Disminuye el riesgo de depresión postparto.     

 Beneficios para la niña y niño:

• Reduce la mortalidad infantil.
• Evita el estreñimiento.
• Es un alimento natural fácil de digerir por el intestino del recién nacido.
• Mejor desarrollo cognitivo en la edad escolar, prevención del déficit de atención e hiperactividad.

• Infecciones gastrointestinales,
• Infecciones respiratorias,
• Otitis,
• Dermatitis, rinitis, alergias alimentarias y asma,
• Obesidad, riesgo cardiovascular y diabetes,
• Hipertensión,
• Dislipidemia,
• Leucemia y,
• Enterocolitis necrotizante.

Beneficios para la sociedad:

• Colaboración del padre en tareas domésticas y de apoyo en la crianza.
• Sustentabilidad medioambiental: La leche materna es un alimento “natural y renovable”, el cual es producido y entregado directamente al consumidor sin contaminación, empaque o basura asociada. Las fórmulas lácteas dejan una huella de carbono, requieren energía para su manufactura, material, empaquetamiento y transporte, y además necesitan agua, combustible y distintos detergentes para su preparación diaria.