Extracción de calostro o “gota de oro” durante la primera hora postparto en madres de recién nacidos que se hospitalizan en neonatología es fundamental luego del nacimiento. Se recomienda que los recién nacidos inicien el amamantamiento durante su primera hora de vida, tiempo que se conoce como la “hora sagrada”.

En el caso de los niños(as) que nacen prematuros o gravemente enfermos este momento no se puede concretar y la madre no puede alimentar directamente del pecho a su hijo(a). Debido a la importancia de la inmunidad innata que entrega la leche materna durante los primeros días de vida, mientras el sistema inmune adaptativo se desarrolla, es necesario ofrecer la posibilidad de usar la leche materna para alimentarlo utilizando técnicas de extracción y almacenamiento de manera oportuna y segura.

En el Hospital Clínico UC CHRISTUS cuando nace un recién nacido prematuro y/o gravemente enfermos se administra durante su primera hora de vida el calostro extraído de su madre.

Al ingresar la madre a la unidad de recuperación, luego de su parto o cesárea, el profesional a cargo inicia la estimulación de las mamas para realizar la extracción manual de leche materna con técnica limpia: con una jeringa de tuberculina -sin aguja- se aspiran directamente del pezón las gotas de calostro durante aproximadamente diez minutos por pecho. Luego, se lleva el calostro en a neonatología donde es inmediatamente administrada en la boca del neonato por el profesional de la unidad.

Todos los recién nacidos en neonatología tienen la oportunidad de recibir el calostro de su madre, incluso los niños(as) que se encuentren en régimen cero. En el puerperio, la madre continúa realizando la extracción de leche materna, como si estuviese con su recién nacido(a), unas 8-12 veces en 24 horas.

Beneficios del calostro:

Esta práctica tiene múltiples beneficios, tanto para la madre como para el recién nacido.

• Dentro de los beneficios para el recién nacido prematuro o enfermo es que la lactancia materna se adapta a sus necesidades siendo una nutrición óptima que, también, sirve como protección inmunológica que es clave para la supervivencia pues actúa como una "primera vacuna".
• En la madre favorece la retracción uterina disminuyendo los riesgos de hemorragia y favorece al equilibrio emocional de la madre debido al difícil momento que significa tener a un(a) hijo(a) hospitalizado(a).

Además, en el equipo clínico se ha observado un marcado incentivo por realizar esta práctica clínica, pues entrega un sentido emotivo al cuidado y mejora tanto la comunicación como la convivencia entre las distintas unidades del área materno-neonatal.