Una infancia muy cercana a su familia, vida de provincia, ya que, si bien nació en Santiago, vivió hasta los 14 años en la ciudad de Punta Arenas. Es parte del movimiento Scout desde niña, partiendo como Alita (ahora Golondrinas), dirigente las ramas menores los Lobatos en sus primeros años universitarios y ahora, ya de adulta, como apoderada.

Con 44 años, la Dra. María Angélica Oyarzún está casada y es madre de dos hijos, Agustín de 9 años y Amanda de 6, estudió Medicina en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde participó de manera activa en el área de pastoral, además de diferentes salidas de misiones de verano, trabajos de salud rural y operativos organizados por CEMUC (Centro de Alumnos de Medicina UC), lo cual ha marcado hasta el día de hoy su carrera, teniendo siempre como foco a las personas, para brindarles una atención de salud integral, de excelencia y sobre todo humanizada.

Durante su formación profesional realizó un post grado de Pediatría, trabajando los primeros años en la Unidad de Paciente Crítico Pediátrico (UCI) del Hospital Sotero del Río, experiencia de la cual está muy agradecida, tanto por el equipo como de sus pacientes y familiares. Luego volvió a su casa, a la Red de Salud UC CHRISTUS, donde realizó post grado de Enfermedades Respiratorias del Niño, desde ahí se unió al equipo en el que participa hasta el día de hoy.

¿Qué es lo más lindo de su trabajo?

Me encanta mi trabajo y mi especialidad, me permite el contacto cercano y permanente con mis pacientes, los niños, y con sus familias, me da la oportunidad de interactuar de muchas maneras con ellos, en diferentes ambientes, ambulatorio, hospitalizados e incluso en domicilio; desde los controles iniciales del recién nacido  y las diferentes etapas de crecimiento, fomentando la prevención y tratar la enfermedad.

Parte importante de lo que hago es acompañar- tratar de manera cercana a pacientes con necesidades especiales tanto en la consulta, en sus hospitalizaciones y muchos de ellos con atención hospitalaria en sus domicilios dado la complejidad de sus diagnósticos, con muchos de ellos y sus familias se crean vínculos muy poderosos, incluso en el acompañamiento de diagnósticos de mal pronóstico e incluso en el término precoz de la vida.

¿Qué significa para usted ser parte de UC CHRISTUS?

Es un orgullo y me da una enorme tranquilidad ya que una de las característica que más valoro es el trabajo en equipo, el apoyo mutuo continuo dentro del mismo equipo y entre las diferentes estamentos y especialidades.

¿Tienes algún(unos) hobbies?

No tengo ninguno en especial, podría decir que me gusta cantar, bailar , juntarme con mis amigas y amo ser mamá

Para finalizar, ¿Qué mensaje le entregaría a quiénes están decidiéndose por la medicina?

La medicina es una hermosa carrera, requiere vocación de servicio, que es la base de todo, el sentido y motor de nuestro quehacer es el bienestar del otro.

Requiere constancia, dedicación, esfuerzo y ser metódico; a medida que la vaya descubriendo que le abrirá un mundo de oportunidades y en tu futura vida profesional verás que todo ese esfuerzo vale la pena.