Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 30 millones de niños nacen de forma prematura al año, de los cuales 1,2 millones corresponden a América. Por esta razón, desde 2011, cada 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Niña y Niño Prematuro, a objeto de dar visibilidad, concientizar y sensibilizar sobre la importancia del cuidado del recién nacido, y en este caso, de aquellos nacidos antes de las 37 semanas de gestación.

Existen tres categorías dentro de lo que se considera “prematuro”, y que depende de la edad gestacional:

• Prematuros extremos (menos de 28 semanas)
• Muy prematuros (28 a 32 semanas)
• Prematuros moderados a tardíos (32 a 37 semanas)

Según los especialistas, los controles prenatales son fundamentales, porque permiten conocer ciertos factores que pueden evitar el nacimiento de un hijo prematuro, o en su defecto, conocer riesgos asociados para manejarlos de forma correcta al momento del nacimiento del niño o niña prematuro.

“Independiente del motivo, la prematuridad es un factor de riesgo asociado a ciertos problemas de salud y, por eso, los neonatos prematuros permanecen hospitalizados hasta que son capaces de regular adecuadamente su temperatura corporal, se alimenten correctamente por succión y no presenten episodios de apnea”, señala la Dra. Paulina Toso, jefa de la Unidad de Neonatología del Hospital Clínico UC CHRISTUS.

Tal como sucede con una niña o niño nacido dentro de la etapa de gestación normal, los cuidados en casa de las hijas o hijos prematuros son muy similares.

Aquí algunos consejos de los cuidados en casa:

1. Alimenta a tu hijo cada 2-3 horas con leche materna extraída, alternada con pecho directo, o según las instrucciones del alta hasta que se logre un buen aumento de peso. Según explica la Dra. Paulina Toso, Jefa de la Unidad de Neonatología del Hospital Clínico UC CHRISTUS, un punto a tener en cuenta, “es que la leche de un hijo prematuro es bien especial, porque tienen más requerimientos calóricos y de nutrientes. Necesitan un cuarto más de proteínas que un recién nacido de término, al igual que más calcio y fósforo, entre otras cosas. Por tanto, la madre debe ser capaz de adaptarse por un tiempo, para producir una leche que satisfaga a su guagua”.
2. Potenciar el apego, ya que el contacto piel a piel siempre será beneficioso y efectivo.
3. ¿Cortar o no el pelo? Puede entenderse como un tema más bien estético y no está comprobado que al hacerlo, el pelo salga o crezca de manera más fuerte ro firme. Sin embargo, no se recomienda el corte de pelo o raparlas cuando las guaguas son muy pequeñas o prematuras, porque de alguna manera el pelo ayuda a mantener esta regulación de la temperatura que requieren.
4. No lo expongas a personas enfermas. Si mamá o papá se enferma, deben ponerse una mascarilla para no contagiarlo.
5. Cambia la posición de apoyo de la cabeza de tu hijo(a) durante el día. Vigila que se apoye alternadamente en ambos lados, así evitará que se aplane un lado de la cabecita.
6. Evita sobre abrigarlo, ya que los niños pequeños tienden a dormirse y no se alimentan bien. Debes fijarte que esté a una temperatura de piel parecida a la tuya y que no transpire.
7. Para el baño se recomiendan jabones suaves, de tipo syndet (sin detergente), el que debe usarse 1-2 veces por semana.
8. El niño(a) debe dormir de espaldas en su cuna, con los brazos afuera del cobertor y sobre una superficie más bien dura, sin almohadas.
9. No lo expongas a agresiones como humo del cigarrillo ni lo acerque a personas que hayan fumado y que tengan su ropa con olor a tabaco.
10. En invierno utiliza exclusivamente estufas eléctricas. En verano no lo expongas al aire acondicionado.