Desde que estudió Enfermería en la Universidad Católica, Paulina Sierralta siempre quiso destinar su trayectoria laboral en UC CHRISTUS, lo que no solo pudo lograr, sino que también dedicó la mayoría de sus conocimientos en nuestra institución. Ese ciclo está cerca de llegar a su fin, por lo que quisimos saber un poco más de su vida, ahora que llega el momento de despedirse.

Casada hace más de 35 años y madre de 4 hijos, tres mujeres de 35. 34 y 33 años, y un hombre de 26 años. Reconoce que su familia es parte primordial de su vida, la cual describe como "amorosa y bien aclanada". De la misma manera lo es con sus dos hermanos, siendo ella la mayor, un hombre en el medio y una menor con 10 años de diferencia.

Paulina siempre fue de una sola línea, como ella misma lo describe. "Nací en Santiago. Siempre he vivido acá. Estudié en un solo colegio, en el Liceo Manuel de Salas, desde Kínder hasta Cuarto Medio. Luego, entre a la Universidad Católica a estudiar Enfermería Obstetricia. Yo me arraigo fácilmente a una sola institución (risas). Estudié en un solo colegio, en una sola universidad y cuando terminé, me puse a trabajar de inmediato acá en UC CHRISTUS, y me quedé aquí", explica.

¿Cómo fue su entrada a UC CHRISTUS?

Yo estudiaba en la UC en Enfermería, y mis primeros contactos con esta organización de salud fue a través de mis prácticas, las cuales las hice en el Hospital Clínico UC CHRISTUS, también en el Centro Médico de San Joaquín. De hecho, el principal internado de Enfermería que en esa época se hacía en San Joaquín, lo realicé en Pediatría... y me encantó.

Adoré San Joaquín, me gustó mucho el mundo ambulatorio, y desde ese minuto me dije "quiero dedicarme a esto", al área ambulatoria y a trabajar con gente. Yo inmediatamente me imaginé trabajando aquí.

Me llamaron del Centro Médico, porque ya me conocían como Interna, había trabajado en proyectos de investigación de la escuela. Me llamó la Enfermera Jefe en ese entonces para ofrecerme un trabajo de media jornada, y yo abandoné todo lo que estaba haciendo y me vine para acá. Yo me dije 'por fin se cumple mi sueño de poder trabajar acá'. De ahí, nunca más me fui.

Yo entré cerca del año 1988 y trabajé por lo menos 10 años media jornada, donde entremedio hice mi familia al tener a mis hijos. Después se dio la posibilidad de aumentar a jornada completa. Mis hijos ya estaban más grandes, por lo que me dije que esta era mi oportunidad de darle más tiempo al trabajo.

Yo siempre feliz de estar acá, además que tuve la oportunidad de trabajar en todos los servicios, ya que en ese tiempo Enfermería no era de un solo lugar, sino que de todo el centro. Tuve la oportunidad de aprender muchas cosas distintas. Aprendí mucho acá.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

A mí me gusta mucho trabajar con personas, obviamente. Mi área actual está más ligada a la parte administrativa, pero a mí me gusta trabajar con la parte de Recursos Humanos, por ejemplo. Me gusta tener cercanía con los equipos, sentir que las puedo apoyar, que las puedo guiar. De igual modo me da mucha satisfacción ayudar a un paciente y que te agradezca lo que se hace por ellos. Eso te genera una cosa rica en el corazón.

Asimismo, me gusta trabajar en proyectos nuevos, porque la organización siempre ha sido muy dinámica, siempre está oscilando, es cíclica. Yo, que llevo muchos años, he visto cosas de antes que se dejaron de hacer y que después se analizaron para volver a realizar. Eso me entusiasma para embarcarme en los proyectos de la Red, de tener el privilegio de participar, de sentir que soy un aporte.

¿Cómo evaluaría su paso por UC CHIRISTUS ahora que usted va de salida?

Yo me siento súper orgullosa de haber trabajado en esta institución. Siento que aprendí de muchas personas con las que trabajé en mi trayectoria. Todo eso ha sido muy rico, sobre todo lo que es el trabajo con las personas. Siempre me he sentido muy cómoda con el equipo con los que me ha tocado trabajar en San Joaquín.

He tenido la oportunidad de trabajar con muchos directores del Centro Médico y de todos he aprendido algo. También siento que yo he sido un aporte para ellos. Me he sentido valorada a través de los años y me han dado la oportunidad de crecer profesionalmente. Tuve la posibilidad de hacer diplomados, de irme formando, participar en talleres que la institución te ofrece. Todo esto me sirvió mucho para ir creciendo a través de los años.

¿Qué mensajes le daría usted a las personas que siguen trabajando en UC CHRISTUS?

Es importante que puedan seguir con el entusiasmo con el que yo siempre trabajé y que le sigan tomando cariño al centro, ya que con dedicación uno puede hacer muchas cosas grandes. En el fondo, uno tiene que querer lo que hace, querer a las personas con las que se trabaja y a la institución misma, independientemente que uno pueda criticar ciertas cosas que pasan, pero uno siempre tiene que ser positiva y estar abierta a los cambios, porque las instituciones siempre tienen que estar cambiando, porque o si no, no crecen y no evolucionan.

Es importante ser flexible, probar y tener claro que en el camino uno se puede equivocar. A pesar de eso, uno tiene que volver a intentarlo o echar pie atrás, decir 'esto no resultó, hay que hacerlo de otra manera' y estar abierto a eso. Es algo muy importante para los que siguen y para los que van a venir. Uno nunca tiene que olvidar que en estos cargos siempre lo están mirando, por lo tanto, tienes que intentar ser un modelo para el resto, sobre todo si estamos trabajando en una institución docente que está formando, permanentemente, diversos profesionales... eso no hay que olvidarlo.