Aunque las altas temperaturas no afectan directamente al aparato psíquico por la homeostasis del cuerpo, sí influye en nuestra salud mental de forma social.

Algunos de las molestias más comunes son la sensación de agobio especialmente en espacios cerrados y la dificultad para conciliar el sueño, afectando procesos reparadores durante el descanso como la consolidación de la memoria y el fortalecimiento del sistema inmunológico, por lo que el Dr. Izquierdo nos deja las siguientes recomendaciones:

1. Hidratación constante: la sed indica deshidratación, así que mantente hidratado.

2. Ventilación en espacios de descanso: asegura una buena circulación de aire para un sueño reparador.

3. Pausas al aire libre: breves descansos al aire libre mejoran la concentración y el ánimo.

4. Fomentar una salud mental sólida: socializa, comparte con otros, y cuida tu bienestar laboral y afectivo. Actividades físicas y momentos de placer fortalecen la salud mental.

En resumen, enfrentar las olas de calor va más allá de adaptarse físicamente. Adoptar hábitos que promuevan el bienestar emocional es clave para afrontar los desafíos del calor. Tu salud mental es tan crucial como tu bienestar físico. ¡Mantente fresco y equilibrado este verano!