Del 4 al 10 de agosto, UC CHRISTUS vivió una celebración única del Día de la Niñez, en la que el área de Humanización de la Gerencia de Misión y RSE, la Escuela Hospitalaria y diversas áreas del Hospital Clínico se unieron para regalar experiencias memorables a nuestros pacientes pediátricos. Fue una semana donde la hospitalización cedió espacio a la risa, imaginación y pequeños gestos que hacen una gran diferencia.

Globoflexia, visitas de clowns, entrega de gorros de animales, talleres de decoración de máscaras y actividades lúdicas convirtieron nuestros espacios clínicos en escenarios de color y alegría. La Escuela Hospitalaria preparó con dedicación una jornada inclusiva para que tanto los niños presentes como aquellos que estaban en casa pudieran participar, aprendiendo y jugando en comunidad.

Uno de los momentos más emocionantes llegó con la visita sorpresa de Superman, organizada junto a la Fundación Vida de Valientes. El superhéroe recorrió las salas entregando trajes a niños hospitalizados, recordándoles que también son protagonistas y héroes de su propia historia. La emoción se extendió a los equipos de salud, que compartieron sonrisas, abrazos y fotos, convirtiendo la jornada en una pausa luminosa en medio de los tratamientos.

“Gracias por hacer de esta semana un regalo para nuestros niños y niñas. Durante estos días, con el compromiso y cariño de los equipos, logramos transformar los espacios hospitalarios y ambulatorios en lugares de juego y entretención para nuestros pacientes pediátricos. Desde el área de Humanización, queremos agradecer profundamente su disposición y entusiasmo. Cada actividad realizada, cada gesto de alegría compartida, reafirma nuestro compromiso con una atención más humana, cercana y respetuosa de la infancia. ¡Gracias por hacerlo posible!”, expresó Paz Vásquez, Jefa de Humanización de la Gerencia de Misión y RSE UC CHRISTUS.

Porque en UC CHRISTUS sabemos que celebrar a los niños es también cuidar su espíritu, acompañarlos en cada etapa y recordar que, incluso en medio de la hospitalización, siempre hay espacio para soñar, reír y seguir creyendo en la magia de la infancia.