El cáncer de sangre es una enfermedad que, cada 27 segundos, alguien recibe como diagnóstico a nivel global. Y, ante este escenario, nuestra Red de Salud cuenta con equipos de subespecialistas hemato oncólogos, tanto de adultos como pediátricos, quienes guían y explican todos los tratamientos para esta enfermedad que, cada 28 de mayo, se conmemora en todo el mundo como el Día Mundial del Cáncer de Sangre.

Pero, la realidad es que pacientes de todos los países son informados con diagnósticos de leucemia, linfoma, mieloma, aplasia medular, entre otras enfermedades a la sangre, lo que implica un profundo cambio en su forma de vida y de sus familias.

“Es muy importante saber que el estudio y diagnóstico hematológico es esencial para planear un tratamiento adecuado y oportuno. Nuestro cuerpo cuenta con mecanismos en equilibrio para controlar la producción y destrucción de todas las células. Cuando uno de estos mecanismos de control falla, se producen los cánceres”, indica la Dra. Paula Catalán, Hemato-Oncóloga Infantil UC CHRISTUS. Ejemplos de ellos y cuyo manejo es tratada por esta especialidad. Estos son algunos:

MIELOMA Y GAMMAPATÍAS

El mieloma es una proliferación de las células plasmáticas productoras de anticuerpos. Sus manifestaciones son diversas incluyendo anemia, alteración de la función renal, dolores óseos y fracturas patológicas. Si bien es una enfermedad no curable completamente, hay diversas estrategias de tratamiento que permiten un adecuado control y mejoran la supervivencia de los pacientes.

LINFOMAS

Son enfermedades malignas de los ganglios linfáticos que clásicamente se agrupan en linfoma de Hodgkin y no Hodgkin, pero se dividen en varios subtipos. Entre los diversos tipos de linfomas existen variadas evoluciones, que van desde alteraciones leves hasta enfermedades potencialmente letales. Requieren un diagnóstico oportuno y dependiendo del tipo y extensión, pueden recibir tratamientos con quimioterapia/radioterapia y/o trasplante de precursores hematopoyéticos.

LEUCEMIAS

Las leucemias agudas suelen ser enfermedades muy graves que requieren tratamiento combinado. Pueden ser tratadas y curadas con esquemas de quimioterapia/radioterapia y en ciertas indicaciones con trasplante de progenitores hematopoyéticos. Esto ha llevado, a lo largo de las últimas décadas, a una mejoría significativa de las tasas de sobrevida.

MIELODISPLASIA

Esta enfermedad está catalogada como una condición premaligna, con o sin alteración citogenética, con posibilidades de transformación a leucemia mieloide aguda. Una adecuada clasificación inicial es esencial para un óptimo plan terapéutico.

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