La medicina familiar es una especialidad médica integral dedicada al cuidado de la salud de las personas y su familia. Los médicos familiares actúan como el tradicional rol de “médicos de cabecera”, estableciendo relaciones duraderas con sus pacientes.

Además de diagnosticar y tratar enfermedades, se enfocan en la prevención y orientan a los pacientes a lo largo del sistema de salud, derivándolos a otros especialistas cuando es necesario.

“Nuestro objetivo es ser el primer contacto de salud de los pacientes, es decir, ser un médico que pueda orientar y resolver la gran mayoría de las consultas ambulatorias”, señaló la Dra. Isabel Mora, Médico Familiar de Adultos. Según cifras del Colegio Médico, esta especialidad tiene casi un 90 por ciento de resolutividad, atendiendo a más de 10 millones de personas al año.

En nuestra UC CHRISTUS, contamos con especialistas en medicina familiar tanto para niños como para adultos, trabajando de manera integrada con otros profesionales de la salud.

¿Qué distingue a la medicina familiar?:

   1. Un cuidado continuo, de modo que las personas y sus familias puedan confiar en que su médico estará disponible para orientarlo o atenderlo.

   2. Un cuidado integral, es decir, a cargo de un médico y no fragmentado entre muchos especialistas, y que considera la dimensión física, psicológica, social y espiritual de las personas.

   3. Un cuidado coordinado con otros profesionales de salud y otros especialistas, para que, en caso de necesitarlos, sus recomendaciones se integren en un plan único y manejable para las personas.

   4. Un cuidado respetuoso y centrado en las necesidades y prioridades de las personas.

Estudios confirman que tener un médico familiar ofrece múltiples beneficios para la salud:

   1. Menos gastos innecesarios en salud: al conocer tu historial médico y necesidades individuales, se reducen los costos asociados con pruebas redundantes o tratamientos inadecuados.

   2. Menos hospitalizaciones con menor duración y atención en urgencias: la atención continua ayuda a evitar la progresión de enfermedades. Además, reduce las visitas a urgencias y la duración de las hospitalizaciones, mejorando la calidad de vida.

   3. Mayor detección precoz de enfermedades: aumenta la posibilidad de detectar malestares, lo que facilita un tratamiento efectivo y mejora las probabilidades de recuperación.

Desde chequeos de salud, tratamiento de enfermedades agudas, manejo de condiciones crónicas como diabetes e hipertensión, apoyo durante momentos difíciles como el duelo o el estrés laboral, y evaluación de síntomas sin diagnóstico claro. Ya sea en momentos de bienestar o de enfermedad, el Medico Familiar está para cuidarte y acompañarte en cada etapa.

La Medicina Familiar de UC CHRISTUS está basado en los valores y competencias propias de la especialidad, profundizando sus conocimientos y habilidades clínicas en la familia, lo que garantiza una atención cercana, cálida y altamente resolutiva.

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