El dolor de cabeza es un síntoma común en los niños. A pesar de que rara vez representa un hecho grave, puede interferir en la calidad de vida e influir en el ausentismo escolar y laboral en los padres. Puede afectar hasta la mitad de los niños a los 7 años de edad.
La evaluación del niño menor de 10 años requiere de técnicas específicas para obtener información pertinente que permita construir una historia clínica completa. Son importantes los datos de ausentismo escolar, actividades de vida diaria, actividades recreacionales perdidas, lo que ayuda a determinar de manera indirecta la frecuencia, severidad e incapacidad que produce la cefalea en el niño.
Es importante determinar si el niño presenta uno o varios tipos de cefalea cuyos síntomas dependerán de la edad del niño, ya que muchos preescolares pueden tener vómitos recurrentes o vértigo recurrente o simplemente irritabilidad y llanto intenso periódico y muchas veces realizamos este diagnostico retrospectivamente.
Muchas veces la sintomatología dependerá del umbral de dolor de cada persona y se verá modulada por características propias de la personalidad del paciente o su familia.
La clasificación de las cefaleas según la Sociedad Internacional de Dolor de Cabeza o IHS por su sigla en inglés (International Headache Society) es muy importante y necesaria para estudiar en forma integral al paciente, a la vez que reúne criterios internacionales para definir cada una de las cefaleas. Su clasificación distingue tres tipos de cefaleas:
Sin embargo, no es fácil cuando un pediatra general se enfrenta con un paciente aplicar esta clasificación y se divide entonces, según su forma de presentación en aguda o crónica. Dependiendo entonces de la evaluación inicial, se derivará a un neurólogo para continuar estudio. Cuando es aguda, es altamente sugerente de una enfermedad orgánica. Si es aguda, pero recurrente, puede corresponder a migraña o ser tensional, neuralgia del trigémino o un equivalente epiléptico.
El dolor de cabeza crónico suele ser de larga data, más frecuentes en etapa de colegio y menos hacia los fines de semana o vacaciones. Rara vez cambian su carácter pero si esto ocurre, hay que investigar, ya que puede agregarse otra patología que debe excluirse precozmente. El examen neurológico de estos pacientes es normal. Las cefaleas crónicas pueden ser progresivas, lo que también sugiere una enfermedad asociada.
Independiente de las clasificaciones, se han definido signos de alerta de patología orgánica:
Todo niño con cefalea debe tener una historia y examen neurológico completo.
En la historia se debe incluir unanálisis del rendimiento escolar, las características propias del niño (autoexigente, responsable, ánimo, entre otros aspectos).
El examen físico general debe incluir un chequeo general con signos vitales y presión arterial y prestar especial atención a la palpación de senos paranasales, articulación temporomandibular y músculos del cuello.
El examen neurológico debe realizarse de manera detallada.
Los estudios de neuro-imágenes no se utilizan de manera rutinaria, excepto en los siguientes casos:
El electroencefalograma no es un examen de rutina para el diagnóstico de la cefalea en la edad pediátrica, excepto que se considere la posibilidad de una crisis convulsiva.
El tratamiento debe ser dividido en tratamiento agudo y tratamiento preventivo. El tratamiento preventivo debe realizarse toda vez que el dolor obligue a tomas analgésicos más de 8 veces al mes.Tanto los fármacos para el dolor agudo como preventivo, deben ser indicados por el pediatra, neurólogo y monitorizado frecuentemente.
Fuente: Pediatría UC