Las cirugías de obesidad, o cirugías bariátricas, se
han convertido en una excelente alternativa para aquellas personas que
tras numerosos intentos no logran obtener un peso adecuado o combatir
las enfermedades asociadas.
Si bien en un comienzo el objetivo principal de estas intervenciones
era la pérdida de kilos, importantes estudios nacionales e
internacionales demuestran que ayudan al control de la diabetes
mellitus tipo 2, la hipertensión y las dislipidemias (colesterol y o
triglicéridos altos).
El bypass gástrico y la manga gástrica son reconocidas
a nivel mundial como tratamiento quirúrgico para este tipo de
diabetes. La remisión al año, es decir quienes dejan de usar
medicamentos, es de un 80% por ciento y de un 65% después de dos años.
A grandes rasgos, los principales requisitos para ser candidato a una
cirugía de obesidad son poseer un IMC ≥40 o IMC ≥ a 35 con
enfermedades asociadas y haber seguido un tratamiento médico sin
éxito. Sin embargo, pueden surgir otros tipos de indicaciones
quirúrgicas de la evaluación realizada por un equipo
multidisciplinario de especialistas.
Es importante resaltar que este tipo de intervenciones son complejas y
deben ser realizadas por cirujanos bariátricos con amplia
experiencia y en clínicas que cuenten con la tecnología,
infraestructura y unidades de apoyo.