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Unidad de Medicina Reproductiva

Nuestro propósito es atender a parejas infértiles que desean un tratamiento proporcional al problema reproductivo que los aqueja con la atención de un equipo multidisciplinario altamente especializado. Es reconocido como uno de los centros nacionales con mayor trayectoria en inseminación intrauterina.

Nuestra Unidad


La Unidad de Reproducción Humana está integrada por un equipo multidisciplinario de especialistas en medicina reproductiva, creada hace más de 20 años.

Nuestro equipo conformado por Gineco-obstetras, especialistas en endocrinología reproductiva e infertilidad; andrólogo, enfermera matrona, nutricionistas, psicólogos y psiquiatras trabajan en conjunto para desarrollar la mejor estrategia terapéutica para cada pareja.

También contamos con un Laboratorio de Reproducción Humana, con la calidad que caracteriza a UC CHRISTUS. Equipo conformado por biólogos altamente especializados.

Además de la preparación de las muestras espermáticas para los tratamientos de infertilidad de baja complejidad, el laboratorio dispone de una serie de exámenes de diagnóstico, los que son indispensables al momento de la evaluación de las parejas con diagnóstico de infertilidad.

¿Qué es la Unidad de Medicina Reproductiva?


Apoyo Psicológico

La infertilidad puede ser una experiencia muy difícil para mujeres y parejas, a veces tan estresante como la depresión. La incertidumbre y la falta de información suelen generar crisis emocionales que afectan la vida en pareja, el trabajo y las relaciones familiares.

En nuestra Unidad de Reproducción Humana, entendemos que este es un camino lleno de esperanzas y, a veces, de frustraciones. Por eso, contamos con una psicóloga especializada para brindarles apoyo y acompañamiento.

El objetivo es ayudarlos a manejar la situación de forma saludable, ofreciéndoles herramientas para controlar la ansiedad y un espacio seguro para expresar sus miedos. Pedir ayuda es un acto de fortaleza y autocuidado que les permitirá afrontar este proceso de la mejor manera.

La reacción más frecuente es de tristeza, a veces rabia y, en general, mucha ansiedad. Es normal que durante el periodo de diagnóstico y tratamiento estas emociones sean muy intensas y cambiantes. Se siente inseguridad frente al futuro y un desajuste frente al hecho de que un proyecto tan importante no depende del esfuerzo y control personal.

En las mujeres, es frecuente que la llegada de cada menstruación intensifique el sentimiento de pérdida y tristeza porque es el hecho biológico que recuerda que el embarazo no ha ocurrido.

La infertilidad es una experiencia generalmente inesperada y se convierte en una fuente de tensión para ambos miembros de la pareja. Es normal que hombre y mujer reaccionen de forma distinta y que sus sentimientos y la intensidad de ellos también sean diferentes, lo que puede producir desencuentros ocasionales.

Informarse, conversar sobre el tema y apoyarse emocionalmente son los recursos más importantes para emprender unidos un camino de resolución de la infertilidad y evitar problemas psicológicos en cada uno y en la relación. Es muy frecuente que las parejas profundicen su comunicación y se fortalezcan como consecuencia de haber enfrentado positivamente el dolor común de la infertilidad y el esfuerzo de su tratamiento.

Todas las parejas necesitan información sobre el estudio y tratamiento de la infertilidad y también sobre los aspectos psicológicos que acompañan la experiencia. ello les permitirá participar activamente y en conjunto de las decisiones que se tomen a lo largo del proceso.

Para todas las parejas, la entrevista con la psicóloga es una oportunidad para conversar sobre las dificultades emocionales asociadas al problema de infertilidad y para identificar las mejores formas de ayudarse.

Algunas parejas prefieren entrevistas individuales mientras que para otras puede resultar atractivo participar en actividades de grupo junto a otras parejas.

La mayoría de las personas asumimos como proyecto tener un hijo. Cuando nos disponemos a concebir, nadie cree que va a tener problemas por. Por eso, la noticia provoca una gran desestructuración y surge mucha frustración que impacta de diversas maneras.
  • Sentimientos:

    Se experimenta un duelo. Aparecen la ansiedad, la culpa y la frustración. Es usual que surja un cuestionamiento de vida y de pareja. Brotan preguntas como: ¿y si me hubiese casado con otra persona?, ¿seré yo o mi pareja?, ¿qué hizo cuando chico (a)? También puede experimentarse temor de perder al otro porque pudiera desaparecer el interés y el afecto si no llegan los hijos.

  • Reacciones:

    Todas las parejas son distintas y la forma de enfrentarlo depende de lo que signifique el hijo para cada persona. Sin embargo, en general, para las mujeres tener un hijo es algo que "tengo que hacer en mi vida". El impacto inicial es más expresado y más fuerte. Quizás parece más crudo porque la maternidad es clave para la mujer. En los hombres, en cambio, surge un cuestionamiento de la virilidad.

  • Medidas:

    Es necesario reconstruir el proyecto personal y de familia. Hay que darle un nuevo significado a la vida. En ese proceso, muchas veces se requiere de apoyo psicológico que invite a vivir el problema. Los consejos abruman, las historias solo dan ánimo, pero no ayudan a reorganizarse. es importante validar las emociones y afectos que aparecen. Es decir, respetar los sentimientos. Que el hombre se encierre en el trabajo, por ejemplo, no implica que no le importe el tema sino que es su forma de enfrentarlo.

  • Optar por un tratamiento:

    La decisión de seguir unt ratamiento pasa por el replanteamiento del proyecto de familia. No es algo obvio. Es importante tener toda la información y prepararse para lo que viene. Son importantes también las expectativas realistas respecto de los resultados. Repensar la cantidad de hijos que se quiere y que se podría tener, el costo, el trabajo y también la posibilidad de no tenerlos y/o adoptar.

  • Principales inquietudes:

    Las expectativas reales, más allá de los porcentajes entregados por los médicos, dificultan la situación. Otro asunto es el cambio de sentido de la intimidad. Ahora tiene un objetivo. Muchas veces eso redudan en una disminución del deseo sexual por la falta de espontaneidad. En el caso del seguimiento folicular, los médicos indican el día en el que se pueden tener relaciones sexuales y la pareja experimenta la sensación del control externo de su sexualidad.

    El aumento del estrés hace que se incrementen los conflictos. Disminuye la tolerancia, crece la frustración porque no siempre el embarazo resulta en el primer intento. Hay miedo del futuro y las parejas pueden perder el interés por otros aspectos de su vida porque todo está centrado en el embarazo. Además, está la presión social. Pocos preguntan, pero todos están pendientes. Es de las situaciones más estresantes que se pueden vivir en este periodo.

  • ¿Hasta cuándo intentarlo?

    La decisión de repetir o no un tratamiento depende de la pareja. Sin embargo, debe ser tomada después de un acucioso análisis con el apoyo del equipo de profesionales que los atienden.

  • Objetivo del apoyo psicológico

    La idea es proteger la relación de pareja y apoyarlos para que se logren los objetivos. Además, hay que tener en cuenta que el peso emocional también influye en el resultado del tratamiento.

Infertilidad Femenina

La infertilidad, que se define como la dificultad para concebir, ha aumentado a nivel mundial. Actualmente, una de cada siete parejas tiene problemas para concebir de forma natural, y esta cifra podría crecer en el futuro. Los factores principales que contribuyen a este aumento son la postergación de la maternidad, las infecciones de transmisión sexual y la obesidad.

Hay esencialmente dos tipos de infertilidad conyugal

  • Infertilidad primaria, que es aquella en que la pareja nunca ha logrado concebir o llevar a término un embarazo.
  • Infertilidad secundaria, cuando ya lo ha logrado antes.

¿Cuando es el mejor momento para consultar un especialista?

La fertilidad de la mujer alcanza su punto máximo a los 20 años y comienza a disminuir a partir de los 35. Las posibilidades de embarazo caen significativamente después de los 40.
Se recomienda buscar ayuda médica si:

  • Son menores de 30 años y han intentado concebir por más de 18 meses.
  • Tienen 30 años o más y han intentado concebir por 12 meses.
  • Existen antecedentes de menstruaciones irregulares o dolorosas, cirugías pélvicas, quimioterapia o enfermedades genéticas.
  • Han tenido dos o más abortos consecutivos.

La causa de la infertilidad puede ser femenina (50% de los casos), masculina (30%) o una combinación de ambos (20%). En algunos casos, no se encuentra una causa específica.

Causas

Las causas de la infertilidad abarcan un amplio rango de factores físicos y emocionales.

La infertilidad femenina puede ocurrir por diferentes condiciones. Entre ellas:
  • Trastornos autoinmunes.
  • Trastornos de la coagulación.
  • Defectos del sistema reproductor ya sean congénitos o adquiridos.
  • Trastornos alimentarios.
  • Exposición a ciertos medicamentos o toxinas.
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Desequilibrio o deficiencias hormonales.
  • Enfermedad crónica prolongada como la diabetes..
  • Obesidad.
  • Quistes ováricos y síndrome de ovario poliquístico.
  • Infección pélvica o enfermedad inflamatoria pélvica.
  • Secuelas de infecciones de trasmisión sexual.
  • Tumores

Además de un historial médico completo y revisión física que incluya un examen neurológico detallado, el neurólogo puede solicitar una resonancia magnética de su cerebro y/o médula espinal para buscar las placas desmielinizantes que caracterizan la enfermedad. Además, puede realizar una punción lumbar para tomar una muestra de líquido cefalo-raquideo para hacer análisis que detecten las proteínas asociadas con la esclerosis múltiple.

Otras condiciones y enfermedades asociadas

Hay otras enfermedades o condiciones que pueden influir en la infertilidad femenina. Entre ellas:

Es una causa frecuente de infertilidad. Habitualmente es ocasionada por una enfermedad inflamatoria pelviana La mayoría de las mujeres con esta condición no saben que la tienen. La obstrucción impide que el óvulo sea fecundado o que una vez fecundado efectúe su trayecto normal hacia el útero por lo que puede implantarse en la trompa produciendo lo que se conoce como embarazo ectópico.

Es responsable de entre el 5% y el 15% de los casos de infertilidad femenina. Es una patología que se produce cuando el endometrio -tejido que reviste internamente el útero y que se expulsa durante las menstruación- crece fuera de él. Esta implantación anómala afecta por lo general a los ovarios y las trompas de Falopio aunque a veces puede aparecer en otros lugares como la vejiga, el recto y el tabique recto-vaginal. El tejido endometrial va produciendo pequeños quistes que siguen respondiendo al estímulo hormonal tal como si estuvieran en el útero, lo que explica las fuertes molestias que pueden producirse durante el periodo menstrual. La infertilidad asociada a endometriosis se produce cuando la enfermedad distorsiona la anatomía normal y los quistes que crecen alrededor del ovario impiden la liberación del óvulo o se presentan efectos inflamatorios que afectan los gametos.

Alrededor del 33% de los casos de infertilidad se debe a trastornos en la ovulación. La principal causa son las alteraciones en el eje hipotálamo-hipofisiario que es la parte del cerebro encargada de regular este proceso a través de las hormonas luteinizante (LH) y folículo estimulante (FSH). Puede deberse a un daño directo en el hipotálamo o la glándula pituitaria, condiciones médicas que desregulen su funcionamiento como problemas renales o tumores pituitarios, exceso de actividad física o trastornos alimentarios como la anorexia.

Es una alteración endocrina que se produce en las mujeres en edad reproductiva y que constituye una causa frecuente de infertilidad. Su manifestación involucra una serie de aspectos como ciclos anovulatarios, hiperandrogenismo -con aumento de la vellosidad y acné- resistencia a la insulina y sobrepeso. Debido a que los niveles de testosterona se encuentran elevados, el ovario no logra hacer madurar los folículos, los que terminan enquistándose y produciendo un engrosamiento de la pared ovárica. Al no haber ovulación, no se produce progesterona y los niveles de estrógenos permanecen constantes.

Ocurre cuando una mujer experimenta el cese de su función ovárica y menstruaciones antes de los 40 años. Entre las causas que la originan pueden mencionarse la disminución en los niveles de determinados factores de crecimiento en los ovarios, tratamientos de radioterapia o quimioterapia, cirugía ovárica, enfermedades autoinmunes (lupus, diabetes insulino-dependiente, hipotiroidismo y problemas adrenales), el tabaquismo y otros motivos desconocidos hasta ahora.

La prolactina es la hormona encargada de estimular la producción de leche materna. Si en mujeres que no están embarazadas o amamantando se encuentran elevados sus niveles pueden ocurrir alteraciones en la ovulación.

Son tumores benignos que se ubican en las paredes del útero y que pueden bloquear las trompas de Falopio, alterar la forma de la cavidad uterina, interferir en la llegada de los espermios al útero o afectar la implantación embrionaria.

Existen múltiples infecciones que pueden afectar el tracto genital femenino y consecuentemente la fertilidad. Entre los gérmenes más conocidos destacan la Chlamydia trachomatyis, el gonococo y otros gérmenes específicos. en la mujer, la infección comienza en el cuello del útero (cervicitis mucopurulenta) y posteriormente asciende afectando el útero y las trompas de Falopio. Es fundamental el diagnóstico y el tratamiento precoz para prevenir las secuelas de infertilidad, dolor pelviano crónico y embarazo ectópico.

Algunas enfermedades sistémicas como la diabetes, disfunción renal y tiroidea, anorexia nerviosa, alteraciones hepáticas, hemocromatosis y trombosis vascular también pueden afectar la fertilidad de la mujer.

Infertilidad Masculina

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como infertilidad a “la imposibilidad de lograr un embarazo luego de un año de relaciones sexuales regulares sin mediar método anticonceptivo”.

El factor masculino está presente en cerca del 40 % de los casos y afecta a pacientes con una edad promedio de 35 años. Un estudio realizado en 2012 por el doctor Marcelo Marconi, urólogo de UC CHRISTUS y experto en andrología –subespecialidad que se dedica al estudio de las disfunciones sexuales y reproductivas del hombre–, estableció que en la mayor parte de los casos no puede determinarse el origen de la infertilidad. Ello ocurre en alrededor del 35% de los hombres que consultan. El resto se reparte entre causas genéticas, enfermedades como el varicocele, el uso de drogas y anabólicos, entre otra.

Nuestros profesionales ponen a tu disposición toda su experiencia en el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad así como tecnología de primer nivel.

¿Qué la causa?

Hay otras enfermedades o condiciones que se asocian con la infertilidad masculina. Entre ellas:

Pueden ser de la próstata (prostatitis), del epidídimo (epididimitis) o del testículo (orquitis). La más común es la orquitis urliana que se produce en el 30% a 40% de los casos de parotiditis o paperas. En un tercio de los casos el compromiso es bilateral. De este grupo, solo el 10% puede presentar esterilidad. Las enfermedades de trasmisión sexual también pueden afectar la fertilidad de la pareja.

Es la ausencia total de espermatozoides en el semen. Si esta es adquirida por una disfunción en la estimulación del testículo, la producción de espermatozoides puede recuperarse con un tratamiento hormonal.

Se define como la formación anormal o inmadurez de las células masculinas. Según sea el grado del trastorno, habrá posibilidad o no de fertilidad. Puede darse el embarazo natural aunque haya niveles bajos de formas normales siempre y cuando las demás características de los espermatozoides estén en rangos estándares.

En esta condición, el recuento de esperma es normal, pero los espermatozoides no tienen movilidad por lo que no pueden desplazarse por el cuello del útero para encontrarse con el óvulo en la trompa de Falopio.

Las obstrucciones del tracto genital pueden causar infertilidad al bloquear parcial o totalmente el flujo de líquido seminal. Algunas de estas anomalías pueden ser de origen congénito. Otras podrían ocurrir debido a una infección o inflamación del tracto uro-genital o una cirugía que dejó una cicatriz en el tracto genital.

Al no haber erección, se dificulta la obtención seminal. este problema se puede tratar con medicamentos, prótesis, inyecciones o tratamiento psicológico.

Factores de riesgo

Un factor de riesgo es algo que incrementa la posibilidad de adquirir una enfermedad o condición.

  • Exposición a químicos tóxicos o metales pesados como el plomo.
  • Enfermedad del hígado.
  • Consumo de nicotina.
  • Consumo de marihuana o cocaína por largo tiempo.
  • Consumo de esteroides anabólicos.
  • Consumo de algunos medicamentos.
  • Exposición a deitilestilbestrol (DES).
  • Quimioterapia.
  • Tabaquismo
  • Desnutrición.
  • Calentamiento excesivo de los testículos.
  • Fibrosis quística.
  • Síndrome de Klinefelter.
  • Síndrome de Katagener.
  • Esclerosis múltiple.
  • Diabetes.
  • Lesiones de la columna vertebral.
  • Tumores de cerebro y glándulas pituitarias.
  • Tratamiento con radiación.
  • Varicocele o várice testicular.
  • Infecciones anteriores incluyendo enfermedades de trasmisión sexual.
  • Prostatitis.
  • Defectos congénitos del aparato reproductor masculino, incluyendo historia de testículos no descendidos.
  • Paperas.

Estilos de vida y prevención

  • Evitar el consumo de tabaco, marihuana y esteroides anabólicos.
  • Evitar la exposición a sustancias dañinas como químicos y metales pesados.
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol.
  • Prevenir las enfermedades trasmitidas sexualmente utilizando preservativo y disminuyendo el número de parejas sexuales.
  • Corrección temprana -antes de los 2 años- del mal descenso testicular.
  • Criopreservación de espermatozoides en pacientes sometidos a tratamientos por cáncer (quimio o radioterapia).
  • Corrección del varicocele en la adolescencia.

Antes del tratamiento

Tu médico podría sugerir, antes de indicar un tratamiento, algunos cambios en tu estilo de vida considerando algunos aspectos como:
  • Cambiar el momento de la actividad sexual.
  • Mantener un peso saludable.
  • Evitar el calor excesivo (cuartos de vapor, saunas, etc.)
  • Evitar el consumo excesivo de tabaco, marihuana y alcohol.

Laboratorio de Medicina Reproductiva

La pareja debe buscar ayuda por infertilidad después de concebir sin éxito. Se examinará a los dos para determinar si la infertilidad es por causa femenina, masculina o combinada. Además, a continuación te detallamos todos los exámenes que se toman en el Laboratorio de Reproducción Humana:

  • Espermiograma con tinción PAP o kruger.
  • Separación espermática diagnóstica c/s morfología.
  • Fragmentación del DNA espermático.
  • Fragmentación del DNA espermático.
  • PCR chlamydia y neisseria.
  • Para solicitud de horas de análisis espermático y otras consultas de exámenes de fertilidad masculina, comunícate con los teléfonos 939216797 o 229437064

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