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Centro de piso pélvico

El piso pélvico es un conjunto de estructuras qué incluye músculos, ligamentos y tejidos conectivos en la parte inferior de la pelvis que da soporte a los órganos internos y desempeñan funciones fundamentales como el control de la vejiga, el intestino y función sexual, así como la mantención de la correcta posición de los órganos genitales.

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Nuestro Centro


El centro de piso pélvico UC, es un centro innovador qué está dedicado al cuidado integral de la salud del piso pélvico femenino. Está conformado por un equipo multidisciplinario de profesionales qué incluye uroginecólogos, urólogos, coloproctólogos, kinesiólogos, fisiatras, psicólogos, psiquiatras, entre otros. Este equipo se encarga del completo diagnóstico, estudio y manejo de las diferentes patologías qué pueden afectar el piso pélvico. 

Nuestro objetivo es proporcionar una atención personalizada en las patologías de piso pélvico. Esto incluye la evaluación por equipo médico especializado, la elaboración de un plan de estudio y la planificación de un tratamiento integral y específico para cada paciente.

El centro cuenta con todo lo necesario para el completo estudio de las patologías de piso pélvico como urodinamia, ecografía de piso pélvico, resonancia funcional, entre otros. Así como todas las opciones de tratamiento disponibles, las qué incluyen planificación de cambios de estilo de vida, kinesiología, neuromodulación, farmacología, Botox vesical, agentas de abultamiento y cirugías, teniendo estas últimas diferentes opciones de abordaje, desde cirugías reconstructivas vaginales a laparoscópicas.

El centro además cuenta con académicos e investigadores qué proporcionan evidencia científica innovadora sobre las diferentes patologías de piso pélvico, nutriendo al equipo de información actualizada en esta área.

¿Cuando consultar?


El piso pélvico es una estructura anatómica formada por músculos y ligamentos que soportan distintos órganos dentro de la pelvis como son: vejiga, vagina, útero y recto.

Su patología o mal funcionamiento puede manifestarse de muchas maneras, produciendo síntomas muy incómodos que afectan de manera considerable la calidad de vida. Se ha visto que hasta el 40% de las mujeres tienen o han tenido alguna disfunción del piso pélvico a lo largo de su vida. Dada la naturaleza de los síntomas, los pacientes suelen no consultan por vergüenza o por creer que son síntomas propios de la edad.

En el Centro de Piso pélvico UC contamos con especialistas médicos y kinesiólogos capaces de diagnosticar y ofrecer el mejor tratamiento para las distintas condiciones. Estamos capacitados para ofrecer tratamiento médico, quirúrgico y de rehabilitación. Además, contamos con exámenes de laboratorio, imágenes y procedimientos que nos permiten mejorar el rendimiento diagnóstico en esta patología.

Síntomas de patología de piso pélvico:

  • Sensación de bulto o masa genital
  • Escape involuntario de orina
  • Orinar muy frecuentemente y/o tener muy poca capacidad de aguantar la orina
  • Dolor o molestias al tener la vejiga llena
  • Dolor persistente en la zona baja del abdomen
  • Molestias al orinar: dolor, ardor, sangrado
  • Dificultad para orinar, sentir que su vejiga no se vacía completamente
  • Dolor al tener relaciones sexuales
  • Dificultad para defecar
  • Escape involuntario de gases o deposiciones

Condiciones que favorecen el desarrollo de disfunciones del piso pélvico y que es aconsejable consultar a tiempo para prevenirlo. Si presentas alguna de estas condiciones, te invitamos a consultar de manera oportuna:

  • Obesidad
  • Embarazo y parto
  • Post menopausia
  • Constipación crónica
  • Antecedente genético de prolapso, incontinencia de orina u otra disfunción de piso pélvico

Patologías frecuentes


Incontinencia de orina de esfuerzo

La incontinencia de orina de esfuerzo corresponde a la pérdida involuntaria de orina precedida de un esfuerzo, como por ejemplo toser, reír, saltar, correr, etc. Es una condición muy frecuente que afecta hasta un 30% de las mujeres, pero no por esto, se debe considerar algo normal. Afecta la calidad de vida y muchas mujeres dejan de realizar actividades que la ocasionan como deporte por ejemplo, empeorando su estado de salud general.

Se produce, por un debilitamiento de los mecanismos de soporte de la uretra (conducto donde sale la orina), asociado a un esfínter que comienza a perder fuerza.

Factores de riesgo

Embarazos, partos, menopausia, obesidad, tabaquismo, y envejecimiento. Se produce en mujeres de todas las edades, siendo más frecuente entre la cuarta y quinta década de la vida.

Diagnóstico

se basa en la historia clínica, donde se interroga acerca de factores desencadenantes, cantidad y frecuencia de la pérdida de orina y circunstancias en la que se produce. Se acompaña de un examen físico, donde se solicita que la paciente tosa en posición ginecológica y/o de pie, para tratar de demostrar la pérdida de orina, y evaluar si hay otra patología como prolapso (que es el descenso de órganos pelvianos a través de la vagina), y que en ocasiones se asocia a incontinencia, pero no es lo mismo. Y le pueden solicitar exámenes de orina u otros exámenes más invasivos como estudios urodinámicos, ecografía de piso pélvico, si su caso lo amerita.

Tratamiento

Se basa en medidas conductuales como evitar irritantes vesicales (café, té, bebidas colas, entre otros), orinar por horario, y asegurarse de vaciar bien la vejiga, y la pueden derivar a kinesiología de piso pélvico, para iniciar un tratamiento con ejercicios, que ha demostrado una mejoría en la mayoría de los casos. En caso de fracaso del tratamiento médico o si su incontinencia es muy severa, se puede indicar tratamientos quirúrgicos, siendo los más exitosos y usados en la actualidad las mallas sub-uretrales (TVT), que restauran el soporte de la uretra, y otros como agentes abultantes, slings de fascia, entre otros, dependiendo de cada caso en particular.

Nuestro centro de piso pélvico, cuenta con profesionales altamente calificados tanto kinesiólogas especializadas como médicos, que le brindarán una solución adecuada a cada caso, ya que contamos con todas las alternativas para ofrecer un manejo integral, con la calidad y sello que nos distingue.

Prolapso Genital Femenino

El prolapso genital femenino es una condición en la cual los órganos pélvicos de una mujer, como la vejiga, el útero o el recto, se desplazan de su posición normal y protruyen en la vagina. Esta condición puede causar incomodidad, dolor y afectar la calidad de vida de una mujer. A continuación, se describe qué es el prolapso genital femenino y las opciones de tratamiento disponibles.

El prolapso genital femenino ocurre cuando los músculos y tejidos que sostienen los órganos pélvicos se debilitan o se estiran, lo que permite que estos órganos se desplacen de su posición original. Las causas comunes incluyen el embarazo, el parto, la menopausia y la edad avanzada. Los tipos de prolapso genital incluyen:

  • Cistocele: Prolapso de la vejiga en la vagina.
  • Rectocele: Prolapso del recto en la vagina.
  • Enterocele: Prolapso del intestino delgado en la vagina.
  • Uterocele: Prolapso del útero en la vagina.

Sintomas

  • Sensación de presión en la pelvis.
  • Dolor o molestias en la parte baja del abdomen o la espalda.
  • Protrusión de tejido a través de la abertura vaginal.
  • Dificultad para orinar o evacuar.
  • Problemas sexuales.

Tratamiento

Manejo Conservador:

  • Ejercicios de Kegel: Fortalecen los músculos del suelo pélvico.
  • Pérdida de peso: Reduce la presión en la pelvis.
  • Evitar el estreñimiento: Dieta rica en fibra para prevenir esfuerzos durante la evacuación.

Dispositivos de Soporte:

  • Anillos y pesarios: Dispositivos insertados en la vagina para sostener los órganos prolapsados.

Fisioterapia:

  • Kinesiología del suelo pélvico: Ejercicios específicos guiados por un kinesiólogo.

Medicamentos:

  • Estrógeno tópico: Que permiten disminuir los síntomas de sequedad vaginal producto del prolapso

Cirugías:

  • Colporrafia: Reparación quirúrgica de los tejidos pélvicos.
  • Histerectomía: En casos de prolapso uterino y se complementa con alguna técnica para evitar prolapso de la vagina
  • Procedimientos Mínimamente Invasivos: Cirugía laparoscópica en que se usan mallas para reparar los ligamento que inicialmente se dañaron causando el prolapso.

Consulta Uroginecológica:

  • Si experimentas síntomas de prolapso genital femenino, es crucial buscar la orientación de un profesional de la salud. Un médico podrá realizar un examen físico completo, discutir tus síntomas y sugerir el plan de tratamiento más adecuado para tu situación.
  • Recuerda que cada caso es único, y el tratamiento puede variar según la gravedad del prolapso genital y las necesidades individuales de cada paciente.

Prolapso Rectal

El prolapso rectal es una condición en la cual el recto (la última parte del intestino grueso) pierde los anclajes normales que lo mantienen fijo en el interior del cuerpo, lo que permite que se deslice al exterior a través del orificio anal. Esta enfermedad puede causar una gran alteración en la calidad de vida.

Diagnostico

Durante la primera visita, su cirujano de colon y recto realizará una historia médica completa y un examen de la región anorrectal. Probablemente su médico le pedirá que replique el esfuerzo defecatorio para hacer evidente el prolapso.

Tratamiento

El estreñimiento y el esfuerzo para defecar  deben ser corregidos utilizando una dieta adecuada y laxantes osmóticos. Sin embargo el tratamiento habitualmente conlleva una cirugía. Es importante, una evaluación por un equipo de piso pelviano, ya que si existe un prolapso de otro compartimento de la pelvis, estos se podrían reparar en conjunto. Existen diversas alternativas quirúrgicas, mencionaremos las mas frecuentes:

  1. Rectopexia ventral con malla por vía laparoscópica: Esta técnica consiste en operar al paciente con pequeños puertos en el abdomen para instalar una malla en la cara anterior del recto (que se prolapsa) y el promontorio sacro, de tal manera de construir una especie de suspensor. Al realizarse por vía laparoscópica el paciente requiere una corta hospitalización y su recuperación es relativamente rápida.
  2. Técnicas perineales: para algunos pacientes que no pueden ser sometidos a anestesia general. Consiste en seccionar el recto prolapsado o bien devolverlo a la pelvis plicado como una acordeón. En general, tienen una mayor tasa de recurrencia del prolapso si se comparan con los procedimientos abdominales.

VHA e urgeincontinencia

La vejiga hiperactiva es una enfermedad crónica que incluye distintos tipos de síntomas, dentro de esos están los apuros para ir al baño o urgencia miccional, los que pueden estar asociados a escape de orina cuando se presentan esos episodios urgencia. Esto también puede asociarse aumento la cantidad de veces que las pacientes van a orinar durante el día o sea aumento de la frecuencia miccional, pudiendo también estar asociado a despertarse en la noche orinar o nocturia.  

La vejiga hiperactiva es extremadamente frecuente, pudiendo afectar hasta el 30% de las mujeres. Su frecuencia aumenta en población, pero  eso no quiere decir que pacientes jóvenes no puedan tener esta enfermedad también.  

Pese a que esta enfermedad es una enfermedad crónica y altamente frecuente si usamos los tratamientos disponibles para esta patología un porcentaje muy alto de las pacientes pueden mejorar considerablemente su calidad de vida de manera persistente en el tiempo.  

Dentro de las opciones de tratamiento de la vejiga hiperactiva en general se usa un manejo escalonado, esto quiere decir que vamos avanzando desde tratamientos más simples hacía más complejos. Esto basado en múltiples guías clínicas de manejo de Estados Unidos como de Europa los cuales recomiendan estos tratamientos, los cuales son estandarizados y conocidos y fácilmente aplicables.

Tratamiento

Primera línea de tratamiento:

La primera línea de tratamiento corresponde a lo que denominamos cambios conductuales, los cuales corresponden a cambios en ciertas conductas de los pacientes para poder disminuir la sintomatología de la enfermedad. Como por ejemplo disminuir el consumo de líquidos, cambiar los momentos en que estos líquidos se consumen, disminuir algunos irritantes vesicales como por ejemplo el té, el café, otras bebidas cafeinadas u otros irritantes vesicales. Dentro de esta primera línea de tratamiento también podemos incluir kinesiología piso pélvico, la cual está orientada a identificar los momentos en los cuales ocurren la urgencia miccional o apuros para ir al baño y aprender a realizar ciertas maniobras que permiten disminuir esta sensación de urgencia, entre otras estrategias terapéuticas kinesiologicas.

Junto con la kinesiología Piso Pélvico, lo cual también es realizado también por las kinesiologas especialistas, se puede incluir la neuromodulación del nervio tibial posterior. Esto consiste en la estimulación eléctrica mediante un electro estimulador a nivel del tobillo. Este tratamiento dentro de sus beneficios está una tasa de éxito de mejoría de los síntomas de 60 a 70% prácticamente sin ningún tipo de efecto adverso lo que es extremadamente relevante para nuestros pacientes.

Segunda línea tratamiento:

Cuando el tratamiento de primera línea con cambios conductuales kinesiología y/o neuromodulación del nervio tibial posterior no es suficiente o las pacientes no lo pueden realizar podemos usar medicamentos los cuales corresponden a  la segunda línea. Dentro de ellos están los anticolinérgicos que disminuyen las contracciones vesicales disminuyendo los síntomas, lo cual ocurre en un 60-70% de las pacientes, lo cual puede evidenciarse dentro de las primeras 4-6 semanas de tratamiento. Si no hay mejoría en ese tiempo es posible probar un segundo anticolinérgico. No hay evidencia de que probar un tercer o cuarto medicamento tenga mejores resultados. Por esto si no hay mejoría con 1-2 medicamentos, dentro de 4-8 semanas, lo recomendado es avanzar a tratamientos de tercera línea. Existen otros medicamentos que podrían utilizarse llamados beta 3 agonistas, los cuales tienen muy buena respuesta, lamentablemente no están disponibles en Chile.

Tercera línea de tratamiento:  

Dentro de la tercera línea de tratamiento se encuentra la neuromodulación sacra y la inyección de toxina botulínica en la vejiga. La decisión de cual utilizar primero depende de las preferencias de las pacientes.

Ambos tratamientos tienen tasas de éxito similares de 80-90%, lo cual es excelente dado que son para pacientes que no han mejorado con otros tratamientos.

Cistitis Intersticial / Síndrome De Vejiga Dolorosa

¿Qué es la cistitis intersticial?

La cistitis intersticial es un término utilizado para describir la condición de dolor o molestia en la vejiga asociada con frecuencia y la necesidad urgente de orinar.

Nueve de cada diez personas con cistitis intersticial son mujeres. Aquellas con esta condición pueden experimentar síntomas de inflamación e irritación (enrojecimiento y dolor) en las paredes de la vejiga. En casos graves, la inflamación puede causar cicatrices en las paredes de la vejiga evidenciada en una cistoscopía, volviéndola rígida y dificultando su expansión al llenarse de orina. Algunas mujeres pueden experimentar sangrado al orinar, y llegar a tener úlceras o fisuras en la vejiga, lo que provoca dolor al orinar, frecuencia y urgencia para orinar.

El síndrome de vejiga dolorosa (SVD) es otro término utilizado para describir la condición en la que no hay anormalidades visibles en la vejiga, pero hay presencia de dolor y los síntomas descritos previamente.

Las personas con cistitis intersticial pueden presentar los siguientes síntomas:

  • Urgencia para orinar, tanto durante el día como por la noche.
  • Aumento en la frecuencia al orinar. En casos severos, las mujeres con cistitis intersticial pueden llegar a orinar más de 20 veces al día, pero no es tan habitual.
  • Dolor, presión y sensibilidad alrededor de la vejiga, la pelvis y el periné (el área entre la vagina y el ano). Este dolor puede intensificarse al llenarse la vejiga y disminuir al vaciarla.
  • Disminución en la capacidad de la vejiga para retener tanta orina como antes.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.

Los síntomas de la cistitis intersticial varían considerablemente entre las personas e incluso pueden variar en una misma persona con el tiempo. El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas. Muchas condiciones y estímulos ambientales pueden alterar los síntomas.

Tratamiento

El tratamiento de la cistitis intersticial se enfoca en aliviar los síntomas, dado que las causas de esta condición son desconocidas y no hay cura definitiva. Diferentes tratamientos, o en general una combinación de ellos han demostrado ayudar a la mayoría de las personas en distintos períodos. Algunos de los tratamientos sintomáticos son:

  1. Dieta: Se recomienda evitar alcohol, comidas picantes y ácidas, así como el tabaco, la teína y la cafeína.
  2. Distensión Vesical: Alrededor de un tercio de las pacientes experimenta mejoría después de someterse a una distensión vesical, un procedimiento bajo anestesia en el cual el médico sobredistiende la vejiga con líquido para estirar la pared vesical.
  3. Medicamentos: El médico puede recetar múltiples medicamentos. Algunos medicamentos de primera línea son los analgésicos y antiinflamatorios para el manejo del dolor. Los medicamentos antihistamínicos o algunos antidepresivos como la amitriptilina tienen cierta evidencia que los respalda, especialmente en pacientes en los que la inflamación está relacionada con alergias.
  4. Entrenamiento vesical: Para aquellos sin dolor pero con frecuencia y urgencia miccional, el entrenamiento de la vejiga puede ayudar a contener más líquido. Esto implica orinar programadamente y usar técnicas de relajación para alargar progresivamente los intervalos entre micciones.
  5. Fisioterapia y retroalimentación: Las personas con cistitis intersticial a menudo sufren espasmos en los músculos pélvicos, lo que puede causar dolor. Un fisioterapeuta puede enseñar ejercicios para fortalecer y relajar la musculatura del piso pélvico.
  6. TENS (estimulación eléctrica nerviosa transcutánea): El uso de una máquina TENS puede proporcionar estímulos nerviosos suaves a la vejiga, y este procedimiento puede ser instruido por un kinesiólogo, y administrado posteriormente en el domicilio.
  7. Inyección de toxina botulínica vesical.
  8. Estimulación nerviosa del plexo sacro: Este enfoque implica la estimulación eléctrica de los nervios en la región del plexo sacro para reducir los síntomas.
  9. Cirugía: fulguración o resección de ulceras y aumento vesical con uso de intestino.

Es fundamental discutir estas opciones con el médico para determinar la mejor estrategia de tratamiento en cada caso.

Patologías colorectales

Constipación causada por el Síndrome de Defecación Obstructiva

La defecación obstructiva es la dificultad para eliminar las deposiciones una vez que estas llegan al recto. Las causas pueden ser funcionales o por alteraciones anatómicas de las estructuras del piso pelviano. Entre los factores predisponentes se encuentran la edad, antecedentes de constipación crónica, partos vaginales, sobrepeso.  

Los síntomas consisten en la necesidad de tener que realizar un esfuerzo excesivo para eliminar las heces, sensación de tapón anal, evacuación fragmentada o tener que requerir de ayuda manual para extraer las deposiciones del recto.  

Dentro de las causas funcionales se encuentra la Contracción Paradojal del Músculo Puborrectal, que consiste en la ausencia de relajación o la contracción del esfinter anal cuando el paciente realiza el esfuerzo para defecar, por lo que las heces son retenidas en el recto. El tratamiento de esta condición no es quirúrgico, sino que requiere de rehabilitación kinésica del piso pelviano.  

Dentro de las alteraciones anatómicas que producen una obstrucción defecatoria se encuentra:

  • Prolapso rectal interno: el recto se prolapsa sobre sí mismo en la pelvis, pero no se exterioriza por el ano.
  • Enterocele: el intestino desciende entre el recto y la vagina y provoca la obstrucción para la salida de las deposiciones.
  • Rectocele: protrución del recto hacia la vagina.

Estudio

  1. Historia Clínica: se requiere una cuidadosa evaluación de los síntomas del paciente y el examen físico.
  2. Manometría anal y test de expulsión del balón: mide las presiones del esfinter anal, la sensibilidad rectal y la capacidad para eliminar un pequeño globo al realizar el esfuerzo defecatorio.
  3. Defecoresonancia: exámen fundamental, ya que nos proporciona información sobre las alteraciones anatómicas que pueden estar causando el problema. Es un exámen radiológico que permite ver el movimiento de las estructuras del piso pelviano durante la maniobra defecatoria.

Tratamiento

  1. Evitar deposiciones duras: aumentar el consumo de fibra y líquidos en la dieta, si se requiere se pueden utilizar laxantes osmóticos.
  2. Rehabilitación Kinésica del Piso Pelviano: pilar muy importante en el tratamiento de estas patologías. Es importante que esto sea realizado por kinesiólogos entrenados en estas técnicas para obtener el éxito esperado.
  3. Cirugía: es importante saber que no todas las alteraciones anatómicas del piso pelviano son susceptibles de corregirse con una cirugía. La decisión de una cirugía debe ser tomada cuidadosamente en conjunto con su médico tratante. La técnica quirúrgica que se utilice dependerá del tipo de alteración anatómica que el paciente presente.

Incontinencia Fecal

La incontinencia fecal es la incapacidad de diferir la eliminación de gases y deposiciones por el ano en forma voluntaria. Este es un problema  muy común, pero a menudo el paciente no lo discute con el médico por vergüenza. Si esta enfermedad no es tratada puede tener un impacto muy negativo en la calidad de vida, ya que los pacientes tienden a aislarse y dejar de participar en reuniomes sociales. 

Causas

Para que exista una adecuada continencia debe existir una adecuada relación en todos los mecanismos involucrados, por lo que la existencia de incontinencia puede deberse a multiples factores.

  1. Lesiones relacionadas con el parto: Esta es la causa más frecuente y ocurre como resultado de un desgarro del esfínter anal (músculos de la continencia). Algunos desgarros pueden detectarse durante el parto y ser reparados, pero frecuentemente estos pueden pasar desapercibidos y la incontinencia manifestarse años mas tarde. Los nervios que controlan los músculos anales también pueden ser lesionados durante el parto.  
  2. Lesiones del esfínter anal secundarias a trauma o cirugía anal: Las operaciones anales o lesiones traumáticas en los tejidos cercanos a la región anal pueden dañar los músculos anales y causar incontinencia.
  3. Enfermedades neurológicas: El accidente cerebrovascular grave, demencia avanzada o lesión de la médula espinal puede causar pérdida del control del esfinter anal.

Síntomas

Los síntomas pueden variar de leves a severos. Los casos leves sólo pueden implicar dificultad para controlar los gases. Los casos mas graves pueden tener pérdida de deposiciones líquidas y formadas. Existen escalas para evaluar la severidad de los síntomas, y depende de la frecuencia y características de lo que se escapa involuntariamente por el ano.

Diagnóstico

Su médico le preguntará con detención sus síntomas y realizará un detallado exámen físico. En algunos casos solicitará estudios complementarios, especialmente en pacientes que no han respondido a las primeras etapas del tratamiento. El estudio mas efectivo es la endosonografía anal. Esta consiste en una ecografía que muestra los músculos del esfinter anal y así determinar si están indemnes o dañados.

Tratamiento

Existen opciones de tratamiento quirúrgico y no quirúrgico que varían según la causa y la gravedad del problema. Tratamiento NO quirúrgico

  1. Evitar la diarrea: para ello deberá  realizar cambios en la dieta y en algunos casos medicamentos que constipen.
  2. Rehabilitación kinésica de los músculos del piso pélvico y esfínter anal. Es el pilar del tratamiento y debe ser realizado por profesionales específicamente entrenados en este campo. Habitualmente se realizan 10 sesiones y se evalúan los resultados.

Opciones quirúrgicas

  1. Esfinteroplastía: en algunos casos seleccionados, el músculo anal puede ser reparado quirúgicamente. Para ello debe ser un defecto específico y de cierta magnitud. Es importante tener claro, que no todos los defectos del esfinter anal pueden ser reparados con una cirugía. 
  2. Estimulación de los nervios sacros: La inserción de un estimulador nervioso (parecido a un marcapasos cardiaco) puede ayudar a los nervios que controlan el esfinter anal a trabajar correctamente.
  3. Colostomía: En los casos con gran alteración de la calidad de vida y que no sean candidatos a las terapias mencionadas anteriormente, pueden requerir una colostomía. Es decir, el colon es abocado a la pared abdominal y las deposiciones se eliminen a una bolsa de colostomía.

Exámenes complementarios


Urodinamia

La urodinamia es un conjunto de estudios destinados a evaluar el funcionamiento del sistema urinario inferior, específicamente la vejiga y la uretra. Este procedimiento es fundamental para diagnosticar problemas relacionados con la retención urinaria, incontinencia y otras disfunciones urinarias.

Durante el estudio urodinámico, se utilizan sensores y catéteres para medir la presión dentro de la vejiga y la uretra, así como el flujo de la orina. Estos dispositivos proporcionan información detallada sobre la capacidad de almacenamiento de la vejiga, la fuerza del músculo vesical, y la coordinación entre la vejiga y la uretra durante el llenado y el vaciado de la orina.

El procedimiento incluye varias pruebas específicas, tales como:

  1. Cistometría: mide cómo se comporta la vejiga cuando se llena de líquido.
  2. Perfil de presión uretral: evalúa la resistencia de la uretra al flujo urinario.
  3. Flujo/presión: analiza la relación entre la presión y el flujo de orina durante la micción.
  4. Electromiografía (EMG): registra la actividad eléctrica de los músculos y nervios del área pélvica.

La urodinamia es un estudio clave para identificar condiciones como:

  • Incontinencia urinaria: pérdida involuntaria de orina.
  • Retención urinaria: dificultad para vaciar completamente la vejiga.
  • Hiperactividad vesical: contracciones involuntarias de la vejiga que causan urgencia urinaria.
  • Disfunciones del esfínter uretral: problemas con los músculos que controlan la salida de la orina.

Este procedimiento es generalmente bien tolerado y proporciona información valiosa para planificar tratamientos personalizados, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes con problemas urinarios.

Ecografía de Piso Pélvico Genital Femenino

La ecografía es una herramienta complementaria que en los últimos años se ha convertido en un instrumento relevante tanto para el diagnóstico como para el seguimiento y control del tratamiento de las disfunciones del piso pélvico y evaluación de trauma obstétrico (post parto). 

La ecografía permite una aproximación muy precisa de la pelvis femenina, estructuras que la conforman y soportes musculares gracias a la visión tridimensional (3D) en tiempo real (4D); Ya que es un examen dinámico que logra una valoración funcional al evaluar cómo se comportan los órganos pélvicos y tejido de sostén en maniobra de Valsalva (pujo) o en contracción. 

El examen dura entre 20 y 30 minutos, se realiza en posición ginecológica (litotomía) es una prueba inocua que no provoca mayor disconfort ya que a diferencia de la exploración intravaginal ginecológica tradicional, ésta se realiza apoyando otro tipo de transductor sobre la vulva (genital externo). 

Con el uso del ultrasonido podemos hacer el estudio de:

  • residuo post miccional 
  • movilidad de la uretra 
  • masas o quistes sub uretrales y/o vaginales
  • descenso de órganos pélvicos: vejiga útero asas intestinales y recto 
  • musculo elevador del ano y esfínter anal 
  • malla anti-incontinencia y de prolapso 
  • complicaciones y recidivas postquirúrgicas de incontinencia y prolapso 

De esta manera es que actualmente la ecografía es una herramienta indispensable en las unidades de piso pélvico, sin embargo, esta no reemplaza a una correcta entrevista médica y exploración física. En este sentido nuestra centro presenta la ventaja de que las ecografistas de piso pélvico conforman también los equipos médico-quirúrgicos, trabajando de manera integrada en la unidad.

Colonoscopia

La colonoscopia es un procedimiento médico que permite examinar el interior del colon y el recto. Este examen es crucial para diagnosticar y tratar diversas afecciones del tracto gastrointestinal, y también juega un papel importante en el estudio del piso pélvico.

Durante una colonoscopia, se utiliza un colonoscopio, un tubo delgado y flexible equipado con una cámara, que se introduce a través del recto para visualizar el interior del colon. Este procedimiento permite al médico detectar inflamaciones, úlceras, pólipos y otras anomalías que pueden afectar el funcionamiento del sistema digestivo y el piso pélvico.

El estudio del piso pélvico mediante colonoscopia es especialmente relevante para identificar condiciones como:

  • Prolapso rectal: condición donde el recto se desliza fuera del ano.
  • Incontinencia fecal: pérdida del control sobre las evacuaciones intestinales.
  • Dolor pélvico crónico: dolor persistente en la región pélvica sin una causa clara.

Este procedimiento también puede ser utilizado para evaluar la eficacia de tratamientos anteriores y para planificar intervenciones quirúrgicas si es necesario.

La colonoscopia para el estudio del piso pélvico es un procedimiento seguro y generalmente bien tolerado, aunque puede requerir una preparación previa, como una dieta especial y el uso de laxantes para limpiar el colon. Durante el examen, se puede administrar sedación para mayor comodidad del paciente.

Este examen proporciona información detallada y precisa, ayudando a los médicos a desarrollar planes de tratamiento personalizados y efectivos, mejorando la salud y la calidad de vida de los pacientes con problemas del piso pélvico y del tracto gastrointestinal.

Endosonografía

La endosonografía es un procedimiento diagnóstico avanzado que combina la endoscopia con la ecografía para obtener imágenes detalladas del tracto gastrointestinal y las estructuras circundantes, incluyendo el piso pélvico. Este examen es fundamental para evaluar y diagnosticar diversas afecciones que afectan esta área.

Durante una endosonografía, se utiliza un endoscopio equipado con un transductor de ultrasonido en su extremo. Este dispositivo se introduce a través del recto o el ano, permitiendo obtener imágenes de alta resolución del interior del tracto gastrointestinal y las estructuras del piso pélvico. La combinación de la visualización directa y la ecografía proporciona una evaluación precisa y detallada.

La endosonografía enfocada en el piso pélvico es especialmente útil para diagnosticar y evaluar condiciones como:

  • Prolapso rectal: deslizamiento del recto hacia el exterior del ano.
  • Incontinencia fecal: pérdida del control sobre las evacuaciones intestinales.
  • Fístulas anales y perianales: conexiones anormales entre el recto y la piel o entre diferentes partes del intestino.
  • Abscesos:acumulaciones de pus causadas por infecciones.
  • Tumores: o crecimientos anormales que pueden ser benignos o malignos.

Este procedimiento también es valioso para evaluar el daño a los músculos y nervios del piso pélvico, ayudando a determinar la causa del dolor pélvico crónico y otros síntomas relacionados.

La endosonografía es generalmente bien tolerada y puede realizarse con sedación para mayor comodidad del paciente. Antes del procedimiento, puede ser necesaria una preparación específica, como una dieta especial o el uso de laxantes para limpiar el área a evaluar.

Gracias a su capacidad para proporcionar imágenes detalladas, la endosonografía es una herramienta esencial para el diagnóstico preciso y la planificación de tratamientos personalizados, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes con problemas del piso pélvico y del tracto gastrointestinal.

Defecografía

La defecoresonancia es un estudio de imagen especializado utilizado para evaluar el funcionamiento del recto y el ano durante la defecación. Este procedimiento es fundamental para diagnosticar problemas relacionados con el vaciamiento intestinal y el control de las heces.

Durante la defecoresonancia, se utiliza una resonancia magnética (RM) para obtener imágenes detalladas de la región pélvica en diferentes etapas de la defecación. El paciente se acuesta en una mesa de RM y, a través de una serie de imágenes tomadas mientras simula el acto de defecar, se puede observar cómo funcionan los músculos y órganos involucrados en este proceso.

Este estudio es especialmente útil para identificar y evaluar condiciones como el prolapso rectal, donde una parte del recto se desliza fuera del ano; la incontinencia fecal, que es la pérdida del control sobre las evacuaciones intestinales; y los desórdenes del suelo pélvico, que incluyen disfunciones de los músculos que soportan la vejiga, el útero y el recto. También se utiliza para evaluar la causa de la dificultad en el vaciamiento completo del recto.

La defecoresonancia es un procedimiento no invasivo y generalmente bien tolerado por los pacientes. Proporciona imágenes detalladas que ayudan a los médicos a entender mejor las causas de los problemas defecatorios y del suelo pélvico. Esta información permite desarrollar planes de tratamiento personalizados y efectivos, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes. 

Si usted experimenta dificultades relacionadas con la defecación o el control fecal, este estudio puede proporcionar la información necesaria para encontrar una solución adecuada.

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