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Fascitis plantar

QUÉ ES Y CÓMO SE PRESENTA

La Fascitis Plantar es una patología muy frecuente que afecta a la fascia plantar, una banda gruesa de tejido fibroso que conecta el talón con la zona de los dedos y ayuda a mantener el arco del pie.

SÍNTOMAS QUE PRESENTA EL PACIENTE

Antes se pensaba que los síntomas eran producidos por un espolón (prominencia de hueso) en el calcáneo, pero hoy se sabe que esto no es así. Es más, las radiografías de muchos pacientes con fascitis plantar no muestran espolón. Cuando existe sobrecarga de la fascia plantar se produce inflamación y dolor. Se han identificado ciertas condiciones que son predisponentes para la generación de fascitis plantar. Sin embargo, existen muchos pacientes en que no se logra identificar ninguno de ellos:

  • Obesidad
  • Alteraciones en la forma del pie (pie plano o cavo)
  • Jornada laboral de pie
  • Calzado inadecuado con poco soporte
  • Práctica de deportes como trote de larga distancia
  • Tendón de Aquiles acortado

Desde el punto de vista del dolor podemos dividir la fascitis plantar en dos grupos: insercional y no insercional. En la primera y más frecuente, el dolor se localiza en el talón, mientras que en la segunda este se extiende hacia los dedos. En ambos casos, el síntoma principal es dolor de gran intensidad en la mañana, así como al ponerse de pie y caminar tras haber estado acostado o sentado por un periodo prolongado. A medida que el paciente camina los síntomas comienzan a disminuir, para luego aumentar nuevamente si es que se está mucho rato de pie. Dado que la historia y examen físico son característicos, para el diagnóstico habitualmente no se requieren imágenes.

Los síntomas tienen una duración variable, y por causas desconocidas existen pacientes en que el dolor desaparece espontáneamente, mientras que en otros son necesarias varias sesiones de kinesiterapia u otro tipo de tratamientos. En más del 90% de los casos el tratamiento final será médico.

TRATAMIENTO

El tratamiento se basa en el uso de taloneras o plantillas de silicona y la elongación de la fascia plantar en casa o mediante kinesiterapia. Si el dolor es prolongado, se recomiendan ejercicios supervisados por kinesiólogo de entrada, donde el enfoque será elongar la fascia plantar y tendón de Aquiles, favoreciendo disminución de la inflamación y el dolor. Muchas veces se requieren 10 o más sesiones. Para el éxito del tratamiento es fundamental abordar aquellos factores predisponentes mediante el control del peso corporal, cambio de calzado, reposo adecuado en jornada laboral, etc.

Existen otras opciones de tratamiento de segunda línea, como las ondas de choque, infiltración con corticoides y cirugía, aunque los resultados son variables.

Por lo general, con una terapia adecuada y control de factores predisponentes los síntomas disminuyen en un plazo de seis a 18 meses.

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