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Infección por adenovirus

¿Qué es?

Los adenovirus corresponden a un grupo de virus que causan diferentes tipos de enfermedades. La mayoría produce infecciones respiratorias, y otros, menos frecuentemente, infecciones gastrointestinales. Pueden afectar a personas de cualquier edad aunque es más frecuente en los niños. Se presentan durante todo el año con un discreto ascenso a fines del invierno, primavera y principios del verano.
Estos virus son muy contagiosos y se transmiten a través de las secreciones respiratorias de una persona infectada, y de elementos de uso personal contaminados con secreciones respiratorias del enfermo. Se transmiten también a través del contacto con secreción ocular de un paciente con conjuntivitis y de deposiciones en el caso de las gastroenteritis.
Una persona puede transmitir el virus a través de las secreciones respiratorias por un promedio de 5 a 10 días. Aunque en ocasiones siguen eliminando el virus en las deposiciones por semanas. En el caso de pacientes con gastroenteritis el virus se elimina por deposiciones por un tiempo de 1 a 14 días.
Dependerá del tipo de compromiso que produzcan. Para las infecciones el tracto respiratorio el periodo de incubación varía de 2 a 14 días, en cambio para las infecciones gastrointestinales es de 3 a 10 días.

Síntomas

El compromiso más frecuente es el respiratorio, lo que ocasiona síntomas de resfrío común, faringitis, amigdalitis, otitis.
Los adenovirus son también responsables de un cuadro llamado fiebre faringoconjuntival, caracterizado por fiebre alta, faringitis y conjuntivitis.
También pueden comprometer el aparato digestivo y causar gastroenteritis.
En lactantes menores y en inmunodeficientes, pueden producir infecciones más graves como neumonía, meningitis y encefalitis.

¿Cómo se diagnostica?

Se realiza el diagnóstico buscando la presencia del virus en la nasofaringe o en la secreción de las conjuntivas mediante una tórula fina y en deposiciones.

¿Cómo se trata?

No existe una terapia específica para este virus. El paciente deberá recibir un tratamiento según sus síntomas.
Para prevenir, lo esencial es una buena higiene de las manos y evitar el contacto con las secreciones y elementos personales de individuos con síntomas respiratorios o diarrea.
Fuente: Pediatría UC

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