Es una diminuta bacteria que parasita las células del endocérvix y, ocasionalmente, las del revestimiento interno de la trompa de Falopio porque necesita de la maquinaria de estas células para reproducirse y causar infección.
Esta bacteria puede causar infecciones agudas y crónicas, dejando como secuela daño y obstrucción irreparable de las trompas de Falopio.
El contagio es casi exclusivamente por contacto sexual. En el hombre puede provocar molestias e irritación a nivel de la uretra con síntomas de uretritis.