Numerosos estudios han demostrado que las personas sedentarias (aquellas que se ejercitan menos de 3 veces por semana) tienen un riesgo 2 a 10 veces más alto de morir de una enfermedad cardiaca que los individuos entrenados.
Mejorar la capacidad física es una de las mejores formas de disminuir el riesgo cardiovascular. El ejercicio debe ser aeróbico (caminar, trotar, bicicleta, natación, entre otros.)
La recomendación es realizar ejercicio entre 3 y 5 veces por semana por al menos de 30 minutos cada vez.
La actividad física regular es importante para su corazón y para su mente. Se ha demostrado que el ejercicio físico regular puede reducir el riesgo de tener un infarto al corazón o morir por esa causa en un porcentaje que fluctúa entre 35y 45%.
El ejercicio le aportará múltiples beneficios. Entre ellos: