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Rescate
El síndrome de sobreentrenamiento es una condición frecuente y que muchas veces puede pasar inadvertida. Afecta a cerca de 2 de cada 3 deportistas en algún momento de sus carreras, pero también puede afectar a quienes realizan ejercicio en cualquier nivel.
En general se define como una reducción del desempeño deportivo asociado a fatiga y cambios psicológicos y que sigue a un período de entrenamiento duro o competición.
Se cree que es causado porque la capacidad de adaptación del organismo es sobrepasada por la sobrecarga. Esta sobrecarga puede ser tanto del punto de vista de entrenamiento, estrés de competición o estado psicológico e incluye desbalances en los ciclos de sueño y reposo o de la nutrición.
Los síntomas de este síndrome pueden incluir una baja notoria del desempeño, y lesiones más frecuentes, fatiga generalizada, alteraciones del ánimo y del sueño, aumento de enfermedades infecciosas respiratorias y alteración de los ciclos menstruales normales en la mujer. Estos síntomas persisten pese a que el afectado(a) haga reposo mayor de 2 semanas.
Siempre que aparezcan éstos síntomas o un atleta, entrenador, apoderado o padre tenga la sospecha de que puede estar ocurriendo éste síndrome se recomienda consultar con un profesional de medicina del deporte, ya que debe discutirse la existencia de otras posibles causas y ocasionalmente deben solicitarse algunos exámenes complementarios.
El tratamiento habitual consiste en reposo relativo por unas 6 semanas o una reducción vigilada de la carga de entrenamiento, reintegrándose al ejercicio habitual en forma paulatina, con ejercicios aeróbicos o entrenando en disciplinas alternativas.
En Medicina deportiva UC, las medidas preventivas son por lejos las más relevantes. A continuación enumeramos algunas recomendaciones generales:
- Programas de entrenamiento individualizados y variables según cada atleta, ojalá supervisado.
- Periodos de descanso del deporte habitual (time out) y combinación de entrenamiento con otras disciplinas (entrenamiento cruzado).
- Proponerse objetivos razonables, tanto a corto como a largo plazo.
- No autoengañarse , estar atento a los síntomas, muchas veces nuestra exigencia o metas nos pueden sobrecargar y nos cuesta reconocer que debemos reducir la carga.
- Considerar estresores tanto dentro como fuera del entrenamiento (situaciones familiares, personales, laborales)
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