ABC DE LA SALUD

Síndrome de dificultad respiratoria en el recién nacido

¿Qué es?

El Síndrome de dificultad respiratoria en el recién nacido incluye un grupo de enfermedades que afectan el sistema respiratorio desde la nariz hasta los pulmones. Es una de las principales causas de hospitalización en el periodo neonatal y especialmente en prematuros.

¿Por qué se produce?

Existen varias enfermedades que se manifiestan como dificultad respiratoria y que se pueden clasificar en pulmonares y extrapulmonares.
Pulmonares: neumonia, aspiración de meconio, neumotórax o escapes aéreos, hemorragia pulmonar, taquipnea transitoria y enfermedad de membrana hialina.
Extrapulmonares: atresia de coanas, laringomalacia, insuficiencia cardíaca, hernia diafragmática congénita, fístula traqueoesofágica, asfixia, entre otras.
En el prematuro, la causa más frecuente es la enfermedad de membrana hialina (link), secundaria a inmadurez en el desarrollo pulmonar y déficit de una sustancia llamada surfactante.

Síntomas

La sintomatología principal del Síndrome de dificultad respiratoria en el recién nacido incluye tres signos cardinales: taquipnea (respiración rápida), retracción de partes blandas y quejido.
La dificultad respiratoria suele ser progresiva y puede aparecer cianosis (coloración azulada de piel y mucosas), problemas para alimentarse y compromiso de conciencia.

¿Cómo se trata?

La gran mayoría de estas enfermedades se manifiestan antes de que el recién nacido sea enviado a su casa. Sin embargo, si aparece alguno de los signos anteriormente nombrados, debe acudir a un servicio de urgencia para realizar el estudio y tratamiento necesario.
La hospitalización conlleva dos objetivos:
- Sostener la función respiratoria del paciente: en los casos leves puede significar sólo una adecuada monitorización o apoyo con oxígeno; en los casos más graves se puede llegar a requerir apoyo ventilatorio.
Identificar la causa y tratarla: por medio de los antecedentes, examen físico y pruebas diagnósticas se debe identificar la causa primaria del SDR y así establecer una terapia específica según cada caso (antibióticos, surfactante, cirugía entre otras).
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