El agua y los alimentos son esenciales para la vida. Pero en ocasiones pueden también ser los responsables de enfermedades de la más variada gravedad. Ello ocurre al beber o comer productos en mal estado, contaminados con bacterias, virus, mohos, hongos o productos químicos.
La falta de higiene y la preparación de los alimentos suelen ser el principal foco de enfermedades. Por eso, nuestros especialistas te recomiendan:
Bebe solo agua hervida, agua y bebidas embotelladas o enlatadas, té o café calientes.
Elige siempre alimentos recién cocinados y calientes. Si comes fruta, es segura siempre que la laves y peles tú mismo.
No comas alimentos o bebidas preparados en la calle.
Lava tus manos con agua y jabón antes de comer y de manipular alimentos.
Se consideran bebidas y alimentos riesgosos:
Agua de la llave o recipientes
Hielo
Alimentos adquiridos a vendedores callejeros
Jugos naturales
Verduras crudas
Leche y productos lácteos no pasteurizados
Carnes, pescados y mariscos crudos o semi-cocidos, incluyendo el cebiche
Comida caliente recién cocinada
Fruta lavada y pelada personalmente
Alimentos envasados
La enfermedad más frecuente entre los viajeros es la diarrea. Si te ocurre, nuestros profesionales te recomiendan:
Toma abundante líquido (seguro) para evitar la deshidratación.
Puedes usar sales de rehidratación oral.
Los adultos pueden usar loperamida con precaución (hasta 1 comprimido cada 6 horas) si no hay fiebre o sangre en las deposiciones.
¡Si tiene diarrea con sangre o fiebre por más de 24 horas busque atención médica!
Otras medidas de prevención son las vacunas. Actualmente existen vacunas para la Hepatitis A y Fiebre tifoidea. Deben ser administradas al menos 14 días previos al viaje para tener una protección adecuada.