La psiquiatría del niño y el adolescente es una rama de la psiquiatría general que se ha constituido en una especialidad médica de creciente demanda.
La psiquiatría infanto juvenil considera esencial en su quehacer el desarrollo mental evolutivo del sujeto, el rol que juega la familia en el crecimiento de todo niño y adolescente, y el contexto socio- cultural donde esto ocurre.
El diagnóstico precoz y tratamiento de las enfermedades mentales del niño y el adolescente no solo brinda bienestar actual al niño o adolescente y su familia sino que también influye un su bienestar a futuro.
Se conoce que algunos trastornos psiquiátricos o conflictos mentales no resueltos que muchas veces padecen los adultos tienen su origen en parte en crisis y conflictos vividos en su infancia o en su adolescencia. Probablemente, estas personas no recibieron atención oportuna y tratamiento adecuado.
La mente de un niño se organiza paulatinamente a lo largo de su vida a partir de sus vivencias en concordancia con su potencial constitucional, constituyéndose etapas sucesivas de desarrollo cada una con distintas metas que alcanzar.
El niño organiza sus experiencias en interacciones tempranas con sus padres, con la ayuda del entorno y de su familia desarrolla procesos de autorregulación y crecimiento para irse constituyendo paulatinamente en un individuo.
Si las condiciones no son favorables, el niño puede presentar organizaciones mentales que ponen en riesgo su bienestar mental alterando su estado emocional, su capacidad de juego y su capacidad de aprender. De este modo estos desequilibrios psicológicos pueden llegar a constituirse en lo que llamamos trastornos mentales, es decir estados psicológicos de carácter mórbido (patológico) que no ayudarán al niño o al adolescente a expresar todo su potencial y que además le causarán sufrimiento.