La enfermedad celíaca o enteropatía sensible al gluten es una enfermedad hereditaria muy frecuente que se caracteriza por el desarrollo de alergia (inflamación) intestinal frente al contacto con proteínas de granos como trigo, cebada y centeno. Esto genera una mala absorción de nutrientes a nivel intestinal que se produce por el daño en las vellosidades del intestino delgado cuando se ingiere gluten.
Desde la década del 90 y gracias al desarrollo de exámenes de laboratorio para detectarla, sabemos que esta enfermedad es muy frecuente en diferentes poblaciones estudiadas. La frecuencia de la enfermedad varía entre 1 por 100 a 1 por 300 habitantes.
En Chile no conocemos con exactitud su frecuencia, pero se estima que es probablemente similar a la observada en Argentina que es de 1 caso por cada 200 habitantes. Lo más grave, es que en la mayoría de los casos los pacientes viven sin haber sido diagnosticados.
Existe una presentación denominada forma clásica cuyos síntomas incluyen:
Hay otras formas de manifestación llamadas atípicas, las que pueden incluir los siguientes síntomas:
Por ello a esta enfermedad se le ha llamado en la actualidad, el camaleón de la medicina, por sus muy variadas formas y colores de presentación. Los médicos y los pacientes debemos estar siempre atentos a la posibilidad de la existencia de enfermedad celíaca en nuestros pacientes y mantener un alto grado de sospecha y búsqueda activa. Hoy en día no debemos esperar a que las personas tengan la forma clásica de presentación, debemos diagnosticarla antes en lo posible. Tener sobrepeso, ser obeso o constipado, no excluye la posibilidad de tener una enfermedad celíaca.
Si, una persona puede ser portadora de EC en forma silente o latente. En estos casos la persona puede tener sólo los exámenes de sangre positivos (ATGT y/o EMA) con algunas alteraciones propias de la enfermedad en la biopsia intestinal (forma silente) o en ausencia de ellas (forma latente). En estos casos no es posible poner en evidencia alteraciones nutricionales en la persona y puede no tener síntomas relacionados a la EC. El especialista deberá decidir en conjunto con el paciente la conveniencia de adherirse a una dieta sin gluten en estos casos.
Una vez efectuado el diagnóstico, el tratamiento debe iniciarse inmediatamente y consiste en: