Un accidente -laboral, doméstico o automovilístico- puede causar serios daños en alguna de nuestras extremidades. También puede ocurrir que la extirpación de un tumor implique la modificación de ellas. En esas ocasiones, la cirugía plástica contribuye a reconstruir la extremidad superior o inferior dañada utilizando tejidos propios del paciente para recuperar su forma y su función.