Colitis, indigestión
La diarrea es la eliminación de deposiciones de consistencia disminuida. Es decir las heces tienen un mayor contenido de agua, lo que hace que el volumen aumente, asociado a un aumento en la frecuencia de las deposiciones. El cuadro se inicia en forma brusca, es autolimitado y dura habitualmente menos de 7 días. Cuando la duración del cuadro se prolonga más allá de dos semanas se habla de diarrea prolongada.
Es un motivo de consulta habitual a los servicios de urgencia y de claro predominio estacional. La principal complicación de las diarreas agudas es la deshidratación, siendo esto especialmente de cuidado en los niños pequeños y ancianos. Puede estar acompañado de otras manifestaciones clínicas como nauseas, vómitos, dolor abdominal y fiebre.
Las causas más frecuentes de la diarrea aguda son de origen infeccioso. Pero existen varias otras causas.
Causas infecciosas: bacterias y hongos como la Salmonella spp, Vibrio cholerae, Shigella spp, Yersinia enterolítica, por ejemplo. También puede ser causada por virus como rotavirus, ciotomegalovirus, Norwalk y otros enterovirus. Parásitos como Giardia lamblia, Entamoeba histolytica o Criprtosporidium. otra cuasa pueden ser hongos.
Fármacos y sustancias tóxicas: en esta categoría están los laxantes, algunos antibióticos así como el alcohol, los metales pesados, los hongos silvestres, pesticidas organo-fosforados y herbicidas.
Otras causas: sobrecarga alimentaria, síndrome de intestino irritable, colitis isquémica, oclusión intestinal parcial.
Por lo general, las diarreas agudas se dividen en:
Diarrea líquida no inflamatoria: a esta categoría corresponde la mayoría de los cuadros de diarrea aguda. Se caracteriza por heces líquidas, usualmente de gran volumen, sin sangre ni pus en las deposiciones, con escaso dolor abdominal y ausencia de fiebre o con un aumento menor de la temperatura. A este tipo corresponden:
Diarrea aguda inflamatoria o disentérica: se caracteriza por la presencia de deposiciones con sangre, mucus y pus. Habitualmente son de alta frecuencia y de escaso volumen y se acompañan de urgencia para ir al baño. Además tienen fiebre y dolor abdominal importante. Las causas más frecuentes son bacterias, aunque algunos parásitos y virus también la provocan.
La mayoría de las diarreas son leves y autolimitadas por lo que no requieren estudios con el fin de llegar a un diagnóstico preciso de la causa. Los antecedentes clínico pueden ayudar a establecer con una alta seguridad un diagnóstico presuntivo de la causa de la diarrea. Sin embargo en determinadas ocasiones se deben realizar exámenes. Entre estos están los leucocitos fecales, coprocultivo, parasitológico y eventualmente colonoscopías.
En la gran mayoría de los casos tiene buen pronóstico a través de medidas terapéuticas simples, pero en edades extremas de la vida, en inmunocomprometidos y en diarreas de gran intensidad este cuadro puede ser grave. El principal objetivo es la obtención de una hidratación adecuada.
Fuente: Dr. Manuel Álvarez Lobos / Dr. Juan Francisco Miquel P., gastroenterólogos Red Salud UC.