Diarrea crónica es aquella que dura más allá de 4 semanas. Puede estar acompañado de otras manifestaciones clínicas como dolor abdominal, baja de peso, malabsorción de nutrientes, nauseas, vómitos o fiebre.
Es importante determinar si existe realmente una diarrea y no otro trastorno que puede confundirse con una diarrea crónica como es una incontinencia anal o una pseudodiarrea secundaria a acumulación de deposiciones duras en el recto (fecaloma).
Entre las causas están:
Debido a que las causas son múltiples y variadas, las diarreas crónicas se clasifican según el mecanismo que causa la diarrea. Así tenemos:
Siempre que se tenga una diarrea crónica se debe consultar al médico con el fin de estudiar y diagnosticar la causa de la diarrea, para así poder tratar específicamente a esta.
Los tipos de exámenes a realizar varía según las características de la diarrea. Si el paciente ingiere abundantes lácteos se le puede sugerir que restrinja la ingesta de éstos y observar su evolución sintomática. En los casos de diarrea cuya causa probablemente sea un síndrome de intestino irritable se puede tratar como tal y observar su evolución, sin requerir mayor estudio.
Lo importante en la diarrea crónica es establecer el diagnóstico o al menos el mecanismo que la desencadena, por lo que el tratamiento ideal es corregir el trastorno subyacente de base. Sin embargo, en determinadas situaciones, puede ser necesario terapia antidiarreica específica debido a lo molesto o intenso del síntoma. La deshidratación si hay libre acceso al agua es poco frecuente, pero siempre se debe estar atento a mantener una adecuada hidratación.