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Tendinosis aquiliana

Es un subgrupo de lesiones dentro de la Tendinopatía Aquiliana. Los tendones sufren lesiones a consecuencia del “microtrauma repetitivo”, es decir, mantener en el tiempo una exigencia sobre un tendón, superando su capacidad e impidiendo su reparación.

Pero, ¿qué son específicamente los tendones? Junto a los tejidos óseo y muscular, los tendones forman parte de la estructura básica y fundamental del sistema locomotor. Son “la cuerda” que une los músculos con sus respectivos huesos, permitiendo que estos se muevan. Una de sus funciones es sostener la capacidad y resistencia de adaptación a la carga que soporte la persona.

QUÉ ES Y CÓMO SE PRESENTA

Las enfermedades de este tendón (tendinopatias) son frecuentemente asociadas al deporte y a las “enfermedades por sobreuso”. Tienen mayor incidencia en edad media de la vida (30-55 años) y que en un 30% ocurre en personas sedentarias. Las tendinopatías son más frecuentes en hombres (por diferencias de niveles de actividad física), y son una condición degenerativa que puede predisponer a roturas del tendón. Pero actualmente, y cada vez más, se ve en gente mayor. Este proceso se produce por factores propios del individuo (edad, deporte que practica o forma del pie, por ejemplo), pero también por factores extrínsecos (tipo de entrenamiento, si es sedentario o no, entre otros).

¿Qué factores producen una tendinopatía?

Edad: mientras mayor sea el deportista, se entiende que sus tendones llevan más tiempo soportando carga, y probablemente están mas “desgastados”, asociado a que a mayor paso del tiempo, la calidad de reparación de los tejidos disminuye.

Falta de flexibilidad: los músculos que dan origen a los tendones son elásticos, a diferencia de los tendones que son rígidos. Si los mecanismos de reparación no funcionan o no reparan el tendón en el tiempo adecuado, se produce su degeneración.

SÍNTOMAS QUE PRESENTA EL PACIENTE

Suele doler la cara posterior del tendón durante el día, sobre todo en actividades como subir o bajar escaleras. Quienes practican deporte, lo sentirán post entrenamiento. En casos severos el dolor puede ser permanente, dificultando la actividad deportiva e incluso actividades de la vida diaria.

EXAMEN

La historia de cada paciente ayuda a estudiar los factores de riesgo que implican la lesión. En atletas, por ejemplo, saber la frecuencia e intensidad del entrenamiento es fundamental, pues entrenar más de la cuenta podría provocar una tendinopatía. A la hora de la evaluación, se examina al paciente de pie, sentado y caminando, intentando buscar mal alineamientos, deformidades, asimetrías o aumento de volumen. Las radiografías y ecografías podrían indicar el compromiso y estado del tendón.  Sin embargo, la resonancia magnética es la que nos permite observar con mayor detalle la patología, así como descartar otras.

TRATAMIENTO

Prevenir y consultar a un especialista en caso de dolor es primordial. El tendón es un tejido que se repara lentamente, por lo que mientras antes se pesquise la lesión, mejor. No se va a requerir cirugía si se detecta a tiempo. En este caso, el tratamiento tiene dos fundamentos:

  • Suspender actividades de impacto y evitar lo que provoca dolor. Se modifica la actividad deportiva.
  • Proceso de rehabilitación, el cual disminuirá el dolor y donde se elongarán las estructuras de baja flexibilidad, entre otros aspectos (tratamiento realizado por kinesiólogos).

Su recuperación es un proceso lento que dependerá del caso de cada paciente. La mayoría de las veces, el tratamiento es médico, no quirúrgico.

MEJOR PREVENIR

Evita el sobrepeso y los cambios bruscos en entrenamiento, mejora la condición física, descansa y dale tiempo a los tejidos para recuperarse, usa un calzado adecuado y elonga correctamente. 

UBICACIONES

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