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Corrección de Malformaciones Torácicas

Las malformaciones de la pared torácica comprenden un amplio grupo de alteraciones de las costillas y el esternón. La gran mayoría de las veces estás alteraciones no tienen una repercusión de la capacidad funcional.

Las dos patologías más frecuentes son el tórax hundido o excavado y el tórax en quilla. Pueden ser corregidas mediante cirugía y la técnica dependerá de la gravedad y simetría de la malformación.

Tórax Hundido (Pectus Excavatum)

Si el tórax está muy hundido o es muy asimétrico, debe realizarse una cirugía abierta conocida como operación de Ravitch, que consiste en cortar los cartílagos hundidos y el esternón, llevándolo a posición normal. En este caso, la permanencia en el hospital es de aproximadamente 5 días mientras que el periodo de recuperación es de entre 2 y 3 meses hasta poder realizar actividad física intensa. Cuando el pectus excavatum es simétrico y no es tan marcado se puede realizar una técnica menos invasiva, conocida como operación de Nuss. Consiste en colocar una barra metálica bajo el esternón para levantarlo mediante una videotoracoscopía. En este caso, la permanencia en el hospital es de entre 4 y 5 días y la recuperación total para realizar actividad física intensa es de al menos 2 meses. La barra se deja en posición por 4 a 5 años, ya que al retirarla antes de este tiempo es posible que el tórax se vuelva a hundir. Independiente del método usado para corregir la condición, el resultado estético es muy bueno.

Tórax en Quilla (Pectus Carinatum)

El tratamiento consiste en una cirugía que corrige el pecho protruyente. Para esto, se cortan los cartílagos costales levantados y se lleva el esternón a la posición normal. La permanencia en el hospital es de 4-5 días. La recuperación total para realizar actividad física intensa es de 2 meses. El resultado estético es muy bueno.

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