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Neurología

La neurología es la especialidad médica que se enfoca en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del sistema nervioso. Este sistema es increíblemente complejo y abarca el cerebro, la médula espinal y todos los nervios del cuerpo

Especialidad de Neurología


La especialidad de neurología es la rama de la medicina que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y trastornos que afectan al sistema nervioso. En otros términos, el neurólogo estudia los trastornos del cerebro, de la médula espinal, de los nervios y de los músculos, ocupándose además, de las complicaciones en el sistema nervioso a causa de otras muchas enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, algunos traumatismos, tumores, enfermedades autoinmunes, entre otras.

Los problemas que con mayor frecuencia trata el neurólogo son las cefaleas, los trastornos de memoria, la epilepsia, los ataques vasculares cerebrales, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, problemas de debilidad muscular y trastornos del sueño.

En UC CHRISTUS contamos con neurólogos altamente calificados para desempeñar todas las tareas antes mencionadas, diagnosticando y tratando oportunamente todas las patologías que afectan al sistema nervioso. Su experiencia y trayectoria es reconocida en el país y en el extranjero.

Áreas de Interes


La neuroinmunología es una rama fascinante y en constante evolución de la neurología que se dedica al estudio de la compleja interacción entre el sistema nervioso y el sistema inmunológico. Su objetivo principal es comprender cómo las respuestas inmunitarias pueden causar daño al cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos, lo que da lugar a una amplia gama de enfermedades neurológicas.

Enfermedades Neuroinmunológicas:

  • Esclerosis Múltiple (EM)
  • Neuromielitis Óptica (NMO)
  • Encefalitis Autoinmune
  • Síndrome de Guillain-Barré (SGB)
  • Miastenia Gravis

Los trastornos del movimiento son un grupo de afecciones neurológicas que afectan la capacidad de una persona para moverse de manera controlada y coordinada. Estos trastornos pueden manifestarse con movimientos excesivos o, por el contrario, con una disminución o lentitud de los movimientos.
Los trastornos del movimiento se clasifican generalmente en dos grandes categorías:

Trastornos Hipercinéticos:

  • Temblor: Movimiento rítmico e involuntario que afecta una o más partes del cuerpo, como las manos, la cabeza o la voz. El temblor esencial es uno de los más comunes, a menudo hereditario, que empeora con el movimiento intencional.
  • Corea: Movimientos breves, irregulares, rápidos y sin propósito que afectan diferentes partes del cuerpo. La enfermedad de Huntington es una causa genética común de corea
  • Distonía: Contracciones musculares involuntarias y sostenidas que causan posturas anormales, torsiones o movimientos repetitivos. Puede afectar una sola parte del cuerpo (distonía focal) o ser generalizada.
  • Tics: Movimientos o vocalizaciones repetitivos, rápidos y sin objetivo aparente. El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico que se caracteriza por la presencia de múltiples tics motores y vocales.
  • Mioclonías: Sacudidas musculares repentinas y breves, similares a una descarga eléctrica. Pueden ser aisladas o repetidas.

Trastornos Hipercinéticos:

  • Parkinsonismo: Este es el término general para un conjunto de síntomas que se asemejan a los de la enfermedad de Parkinson.
  • Enfermedad de Parkinson: Es el trastorno hipocinético más común. Es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que se caracteriza por temblor en reposo, rigidez, bradicinesia (lentitud de movimiento) y problemas de equilibrio y marcha.

Las enfermedades cerebrovasculares, también conocidas como "ataques cerebrales" o "accidentes cerebrovasculares" (ACV), son afecciones médicas graves que ocurren cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce drásticamente.

Existen dos tipos principales de ACV:

Accidente Cerebrovascular Isquémico

  • Accidente Cerebrovascular Trombótico: Un coágulo de sangre (trombo) se forma en una arteria que ya está estrecha, por lo general debido a la acumulación de depósitos de grasa (placa).
  • Accidente Cerebrovascular Embólico: Un coágulo de sangre (émbolo) se forma en otro lugar del cuerpo, comúnmente en el corazón (debido a una arritmia como la fibrilación auricular), se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro, donde se aloja en una arteria más pequeña y la bloquea.

Accidente Cerebrovascular Hemorrágico:

  • Hemorragia Intracerebral: El sangrado ocurre dentro del tejido cerebral.
  • Hemorragia Subaracnoidea: El sangrado se produce en el espacio entre el cerebro y la membrana que lo cubre (espacio subaracnoideo).

La epilepsia es un trastorno cerebral crónico y no transmisible que se caracteriza por una predisposición a tener crisis epilépticas recurrentes, que son episodios breves de actividad eléctrica descontrolada y anormal de las células nerviosas en el cerebro. Estas crisis pueden manifestarse con una amplia variedad de síntomas, que van desde movimientos corporales incontrolables hasta lapsos de atención.

¿Qué es una crisis epiléptica?

Una crisis epiléptica (o convulsión) es el síntoma principal de la epilepsia. Es un evento repentino que ocurre cuando un grupo de neuronas en el cerebro envía señales eléctricas de manera incorrecta, alterando el funcionamiento normal del cerebro. Una sola crisis no significa necesariamente que una persona tenga epilepsia. El diagnóstico se establece generalmente después de que una persona ha tenido dos o más crisis no provocadas con una diferencia de al menos 24 horas.
Las crisis se clasifican según el lugar donde se originan en el cerebro. Los síntomas varían mucho dependiendo del tipo:

Crisis de inicio focal (parcial):

Se originan en una zona específica del cerebro. La persona puede permanecer consciente o tener una alteración de la consciencia.

Crisis de inicio generalizado:

  • Crisis tónico-clónicas ("gran mal"): Son las más conocidas. La persona pierde el conocimiento, el cuerpo se pone rígido (fase tónica) y luego las extremidades se sacuden rítmicamente (fase clónica).
  • Crisis de ausencia ("petit mal"): Son breves lapsos de conciencia de unos pocos segundos. La persona se queda con la mirada fija y puede parpadear sin darse cuenta, para luego retomar su actividad normal. Son más comunes en niños.
  • Crisis mioclónicas: Sacudidas musculares breves y repentinas.

Las enfermedades neurodegenerativas son un grupo de trastornos que causan la muerte progresiva de neuronas, las células nerviosas del cerebro. Este proceso de degeneración conduce a una disfunción gradual del sistema nervioso, afectando funciones como la memoria, el movimiento, el habla y la capacidad de razonar.
Las demencias son un síndrome, no una enfermedad en sí misma, que se caracteriza por un deterioro de la función cognitiva (pensamiento, memoria, razonamiento) que interfiere en la vida diaria de una persona. La demencia es el síntoma principal de muchas enfermedades neurodegenerativas.
Hay variadas enfermedades neurodegenerativas:

  • Enfermedad de Alzheimer: Es la forma más común de demencia. Se caracteriza por la acumulación de proteínas anormales (placas de beta-amiloide y ovillos de tau) en el cerebro, que dañan y matan las neuronas
  • Demencia Vascular: Es la segunda causa más común de demencia. Ocurre como resultado de un daño en los vasos sanguíneos del cerebro. Puede ser causada por accidentes cerebrovasculares (ACV) que bloquean las arterias o por el estrechamiento de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.
  • Demencia con Cuerpos de Lewy (DCL): Se caracteriza por la acumulación de depósitos de proteínas (cuerpos de Lewy) en las neuronas del cerebro.
  • Degeneración Lobular Frontotemporal (DFT): Afecta principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Causa un deterioro gradual del comportamiento y la personalidad, así como problemas con el lenguaje.
  • Enfermedad de Huntington: Es un trastorno genético que causa la degeneración de las neuronas en los ganglios basales.
  • Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA): Afecta a las neuronas motoras que controlan los músculos voluntarios. Esto lleva a una debilidad muscular progresiva, atrofia y, finalmente, parálisis.

La neurología del sueño es una subespecialidad fascinante que se sitúa en la intersección de la neurología, la psiquiatría y la medicina del sueño. Su objetivo principal es entender cómo el cerebro regula el ciclo de sueño-vigilia y cómo las enfermedades neurológicas pueden alterar este proceso, afectando gravemente la salud y la calidad de vida de las personas.
Esta área se dedica a una amplia gama de trastornos:

  • Trastornos del ritmo circadiano: Afecciones que alteran el "reloj interno" del cuerpo. Esto incluye el Síndrome de la fase de sueño retrasada (las personas se duermen y se despiertan muy tarde) y los problemas de sueño relacionados con el trabajo por turnos o el jet lag crónico.
  • Insomnio: Dificultad para conciliar o mantener el sueño. Aunque a menudo tiene causas psiquiátricas o de estilo de vida, el neurólogo del sueño investiga el insomnio que podría estar relacionado con enfermedades neurológicas.
  • Trastornos respiratorios del sueño: Principalmente la apnea obstructiva del sueño, donde la respiración se detiene y se reanuda repetidamente durante la noche. Esto no solo causa somnolencia diurna, sino que también puede ser un factor de riesgo para accidentes cerebrovasculares y otros problemas neurológicos.
  • Hipersomnias de origen central: Afecciones que causan una somnolencia diurna excesiva, incluso después de haber dormido lo suficiente. La más conocida es la narcolepsia, que se caracteriza por ataques repentinos de sueño incontrolable y, a menudo, por la cataplejía (pérdida repentina de tono muscular provocada por emociones fuertes).
  • Parasomnias: Comportamientos o experiencias anormales que ocurren durante el sueño, como el sonambulismo, los terrores nocturnos y el trastorno de conducta del sueño REM, donde la persona actúa físicamente sus sueños (pateando, golpeando, gritando), lo cual puede ser un signo temprano de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.
  • Trastornos del movimiento relacionados con el sueño: El síndrome de piernas inquietas (SPI) es el más común, caracterizado por una necesidad irresistible de mover las piernas, a menudo acompañada de sensaciones desagradables. También se estudian los movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño.

Las enfermedades neuromusculares son un grupo de trastornos que afectan los músculos y los nervios que los controlan. Suelen provocar debilidad muscular y problemas de movimiento, pero sus causas y tratamientos varían ampliamente.
El sistema neuromuscular incluye la motoneurona (la célula nerviosa que controla el movimiento), los nervios periféricos, la unión neuromuscular (el punto de conexión entre el nervio y el músculo) y el propio músculo.
Hay diversas enfermedades neuromusculares:

Neuropatías:

  • Neuropatía Periférica: Causa daño a los nervios periféricos. A menudo, se manifiesta como debilidad, entumecimiento y dolor en las manos y los pies.
  • Síndrome de Guillain-Barré (SGB): Un trastorno autoinmune agudo en el que el sistema inmunitario ataca los nervios periféricos, lo que provoca una debilidad muscular que progresa rápidamente, a menudo comenzando en las piernas y extendiéndose hacia la parte superior del cuerpo.

Trastornos de la unión neuromuscular:

  • Miastenia Gravis: Es un trastorno autoinmune en el que los anticuerpos atacan la unión neuromuscular, impidiendo que el nervio envíe señales a los músculos. Esto causa debilidad muscular que empeora con la actividad y mejora con el descanso, afectando los músculos de los ojos, la cara, la garganta y las extremidades.

Miopatías:

  • Distrofia Muscular: Es un grupo de trastornos genéticos que causan una debilidad muscular progresiva y la degeneración del tejido muscular. La Distrofia Muscular de Duchenne es una de las más conocidas, que afecta a niños y causa debilidad en las piernas y los brazos.
  • Miositis: Es la inflamación del músculo, que causa debilidad. La Polimiositis y la Dermatomiositis son ejemplos comunes de miopatías inflamatorias de origen autoinmune

Trastornos de las motoneuronas:

  • Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA): También conocida como la enfermedad de Lou Gehrig, es un trastorno neurodegenerativo progresivo que causa la muerte de las motoneuronas en el cerebro y la médula espinal. Esto lleva a una debilidad muscular, atrofia y, finalmente, la incapacidad de moverse, hablar, tragar y respirar.

Diagnósticos


El diagnóstico en neuroinmunología se basa en tres pilares principales:

Evaluación Clínica

El neurólogo revisa los síntomas y el historial del paciente, y realiza un examen físico para evaluar el daño neurológico.

Pruebas de Imagen

La resonancia magnética (RM) es esencial. Permite ver lesiones en el cerebro y la médula espinal que indican inflamación y daño, características de enfermedades como la esclerosis múltiple.

Análisis de Laboratorio

  • Análisis de sangre: Se buscan anticuerpos específicos que atacan el sistema nervioso, como los que causan la neuromielitis óptica.
  • Análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR): Se examina el líquido de la médula espinal en busca de signos de inflamación, como la presencia de bandas oligoclonales, que son comunes en la esclerosis múltiple.

El diagnóstico de los trastornos del movimiento se realiza mediante una combinación de una evaluación clínica detallada y pruebas especializadas. El objetivo es identificar la causa subyacente de los movimientos anormales, ya sean excesivos (hipercinéticos) o lentos (hipocinéticos).

Evaluación Clínica

El neurólogo realiza un examen físico completo para observar y analizar los movimientos involuntarios, la rigidez, la lentitud y los problemas de equilibrio del paciente. Un historial médico detallado es crucial para entender el inicio y la progresión de los síntomas, así como los antecedentes familiares.

Pruebas de Imagen

Resonancia Magnética (RM) del cerebro: Es la prueba principal para buscar anomalías estructurales que puedan ser la causa del trastorno, como un tumor, un ACV o la atrofia cerebral.

Análisis de Laboratorio

Son análisis de sangre y pruebas genéticas, se usan para descartar otras enfermedades (como las causadas por deficiencias nutricionales o trastornos metabólicos) o para confirmar un diagnóstico hereditario, como la enfermedad de Huntington

Pruebas de neurofisiología

Electromiografía (EMG): Mide la actividad eléctrica de los músculos para diferenciar entre trastornos musculares y nerviosos. Puede ayudar a identificar la causa de temblores o espasmos.

El diagnóstico de los trastornos del movimiento se realiza mediante una combinación de una evaluación clínica detallada y pruebas especializadas. El objetivo es identificar la causa subyacente de los movimientos anormales, ya sean excesivos (hipercinéticos) o lentos (hipocinéticos).

Evaluación Clínica

El neurólogo realiza un examen físico completo para observar y analizar los movimientos involuntarios, la rigidez, la lentitud y los problemas de equilibrio del paciente. Un historial médico detallado es crucial para entender el inicio y la progresión de los síntomas, así como los antecedentes familiares.

Pruebas de Imagen

Resonancia Magnética (RM) del cerebro: Es la prueba principal para buscar anomalías estructurales que puedan ser la causa del trastorno, como un tumor, un ACV o la atrofia cerebral.

Análisis de Laboratorio

Son análisis de sangre y pruebas genéticas, se usan para descartar otras enfermedades (como las causadas por deficiencias nutricionales o trastornos metabólicos) o para confirmar un diagnóstico hereditario, como la enfermedad de Huntington

Pruebas de neurofisiología

Electromiografía (EMG): Mide la actividad eléctrica de los músculos para diferenciar entre trastornos musculares y nerviosos. Puede ayudar a identificar la causa de temblores o espasmos.

El diagnóstico de la epilepsia se basa en una combinación de información clínica y pruebas especializadas. El objetivo es confirmar la presencia de crisis epilépticas y, si es posible, identificar su causa.

Historial Clínico

El médico revisa el historial del paciente en detalle, prestando especial atención a la descripción de las crisis (qué sucedió antes, durante y después), su frecuencia y los posibles factores desencadenantes.

Electroencefalograma (EEG)

Es la prueba principal. El EEG mide la actividad eléctrica del cerebro a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo. Se buscan patrones de ondas cerebrales anormales que son característicos de la epilepsia, incluso cuando no hay una crisis en curso.

Resonancia Magnética (RM) del cerebro

La RM se utiliza para obtener imágenes detalladas del cerebro. Permite a los médicos buscar la causa subyacente de la epilepsia, como tumores, lesiones, cicatrices de un trauma o malformaciones cerebrales que puedan estar provocando las crisis.

El diagnóstico de las enfermedades neurodegenerativas y las demencias es un proceso integral que busca identificar el patrón de deterioro cognitivo y descartar otras causas reversibles. El diagnóstico se basa en tres componentes principales:

Evaluación Clínica

El neurólogo realiza un examen médico completo y una evaluación neuropsicológica para determinar el tipo y grado de deterioro en la memoria, el razonamiento, el lenguaje y las habilidades de resolución de problemas.

Pruebas de Imagen

  • Resonancia Magnética (RM) del cerebro: Permite visualizar la atrofia cerebral (pérdida de tejido) en áreas específicas del cerebro, lo que ayuda a distinguir entre diferentes tipos de demencia.
  • Tomografía por Emisión de Positrones (PET): Se usa para identificar la acumulación de proteínas anormales, como las placas de beta-amiloide y los ovillos de tau, que son características de la enfermedad de Alzheimer.

Exámenes Complementarios

  • Análisis de sangre: Para descartar otras causas de síntomas similares a la demencia, como deficiencias de vitaminas, problemas de tiroides o infecciones.
  • Pruebas genéticas: En casos específicos, se pueden realizar para identificar genes asociados con formas hereditarias de estas enfermedades, como la enfermedad de Huntington.

El diagnóstico en la neurología del sueño se centra en identificar la causa neurológica de los trastornos del sueño. Se realiza mediante una combinación de una evaluación clínica completa y estudios de sueño especializados.

Evaluación Clínica

El neurólogo revisa detalladamente el historial de sueño del paciente, sus hábitos, síntomas diurnos (como somnolencia excesiva) y cualquier otra afección neurológica o médica. Un diario de sueño es una herramienta útil para registrar los horarios y patrones del paciente.

Estudios del Sueño

  • Polisomnografía (PSG): Es la prueba principal y se realiza en una clínica del sueño. Se monitorea la actividad cerebral (EEG), el movimiento de los ojos, la respiración, el ritmo cardíaco y los movimientos corporales durante toda la noche para identificar la causa de los problemas de sueño, como la apnea del sueño o las parasomnias.
  • Prueba de latencia múltiple del sueño (MSLT): Se usa para diagnosticar la narcolepsia y otras hipersomnias. Mide la rapidez con la que una persona se duerme durante el día, indicando la gravedad de la somnolencia.

El diagnóstico de las enfermedades neuromusculares se centra en identificar qué parte del sistema neuromuscular está dañada (nervio, unión neuromuscular o músculo). Para ello, se utilizan tres herramientas principales:

Examen Clínico

El neurólogo evalúa la fuerza muscular, los reflejos, la sensibilidad y el patrón de debilidad. Un historial médico completo es crucial para determinar si la debilidad es aguda o progresiva.

Estudios de Neurofisiología

Electromiografía (EMG) y Estudios de Conducción Nerviosa: Son las pruebas más importantes. Miden la actividad eléctrica de los músculos y la velocidad de los impulsos a lo largo de los nervios. Ayudan a determinar si el problema es en el nervio (neuropatía), en la conexión entre el nervio y el músculo (miastenia gravis) o en el propio músculo (miopatía)

Pruebas de Laboratorio y Genéticas

  • Análisis de sangre: Se buscan anticuerpos específicos o marcadores de inflamación que puedan indicar un trastorno autoinmune como la miastenia gravis.
  • Pruebas genéticas: Se utilizan para confirmar el diagnóstico de enfermedades hereditarias como las distrofias musculares.
  • Biopsia: En algunos casos, se puede tomar una pequeña muestra de tejido muscular o nervioso para su análisis, lo que puede proporcionar un diagnóstico definitivo.

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