Los discos que separan las distintas vértebras de la columna sirven como “amortiguadores” para la transmisión de cargas, pero con el paso del tiempo se pueden ir desgastando. Este deterioro es más pronunciado en algunas personas; en ellos, el disco se puede romper, con salida del material discal que inflama y presiona el nervio. Esto se conoce como una hernia de núcleo pulposo, una afección muy común que puede tratarse sin cirugía.

“Muchos pacientes que tienen hernias son asintomáticos y el porcentaje de personas asintomáticas que tienen una hernia va aumentando con la edad. No obstante, existe un grupo de personas en quienes la hernia produce con mayor frecuencia un cuadro de una lumbociática (dolor que se irradia en la pierna e incluso el pie)”, explica el Dr. Julio Urrutia, traumatólogo y especialista de columna de la Red de Salud UC CHRISTUS.

Las principales causas relacionadas al desgaste del disco y su posterior rompimiento son factores genéticos y el consumo de tabaco. El trabajo con vibración prolongado, el esfuerzo físico que involucre carga de peso y la obesidad pueden ser factores que también pueden influir.

Al sentir dolor, el tratamiento indicado sería el uso de antiinflamatorios, kinesioterapia y, eventualmente, la inyección de corticoides en la zona, según lo indique el especialista. Un paciente con una hernia discal puede hacer su vida normal; en algunos casos, incluso puede llegar a reabsorberse el material discal que salió de su lugar y presiona los nervios, aunque el desgaste del disco es irreversible.

Para el Dr. Urrutia es muy importante enfatizar que la mayoría de los pacientes no requieren cirugía, de hecho, solo un 10% sería candidato a algún procedimiento quirúrgico. “Tener una hernia no es sinónimo de operación, se intenta con el tratamiento médico porque las mayorías de las veces los pacientes responden positivamente y se controlan sus síntomas”, añade el Dr. Urrutia.

Con el tratamiento indicado: el Dr. Urrutia enfatiza la importancia de la educación postural y una buena musculatura abdominal para los pacientes que ya han sido diagnosticados con hernias.

¿Cuáles son los síntomas?

• Dolor lumbar que se irradia por el nervio ciático; es decir, que se extiende por la cara posterior del glúteo, muslo e incluso hasta el pie.
• En algunos casos, alteraciones de la sensibilidad, hormigueo y falta de fuerza en las piernas.
• Dolor que se incrementa en la actividad, al levantar peso o al estar mucho tiempo sentado.
• Dolor disminuye con el reposo o al estar acostado.

En Red de Salud UC CHRISTUS contamos con un grupo interdisciplinario compuesto por distintos especialistas (traumatólogos, kinesiólogos, cirujanos, etc.) que buscan ayudar al control adecuado de síntomas y al correcto diagnóstico de estas patologías.

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