Rescate

Las claves para prevenir las típicas enfermedades de verano

23/01/2020

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El doctor Felipe Maluenda, jefe del Servicio de Urgencia de Clínica San Carlos de Apoquindo, nos da las pautas para prevenir las patologías típicas de esta temporada.

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Otitis externa:

Es la inflamación del oído externo (canal auditivo) que se puede manifestar desde ardor, picazón o leve dolor, hasta infecciones más severas que pueden requerir antibióticos endovenosos. Una de sus causas es la entrada de agua en el oído, exposición a humedad o trauma. Para prevenirla, se recomienda usar tapones adecuados al meterse al agua, no introducir objetos en el canal auditivo y secar muy bien los oídos después de cada baño, idealmente con secador, evitando elementos que puedan lesionar como los cotonitos.

Conjuntivitis:

Es la inflamación de la parte superficial del ojo y los párpados, pudiendo ser irritativa o infecciosa. En esta época se aconseja evitar el contacto directo de los ojos con el agua, con el uso de lentes especiales para sumergirse en el mar o la piscina, lentes con protección UV, evitar contacto directo de artículos sucios y evitando el uso de lentes de contacto en las piscinas o el mar.

Enfermedades de la piel:

Las quemaduras a la piel por radiación UV son habituales en verano debido a la exposición prolongada al sol y/o ausencia del uso de protectores solares. Por otro lado, las alergias también son frecuentes por el contacto con ciertos bloqueadores y agentes químicos utilizados para limpieza de piscinas. Para evitar las quemaduras, no debemos exponernos por tiempo prolongado al sol, además de utilizar un bloqueador idóneo para nuestra piel y administrarlo con frecuencia. 

Enfermedades digestivas:

La gastroenteritis es una de las patologías más comunes y sus principales síntomas son diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal y deshidratación. Puede producirse debido a una intoxicación alimentaria o infecciones vitales o bacterianas. Otra enfermedad que aumenta en periodo estival es la hepatitis A, que se puede contraer al comer alimentos o beber agua contaminada por heces que contengan el virus. Para prevenir, se debe consumir alimentos frescos y en lugares debidamente autorizados por la autoridad sanitaria, además de evitar la ingesta de productos crudos en mal estado de conservación y/o medidas higiénicas insuficientes. Por otro lado, es fundamental la limpieza de los productos y el lavado de nuestras manos antes y después de ir al baño y de comer.

Picaduras de insectos:

La picadura más común es la del zancudo, que suele producir además de una reacción alérgica en la piel, infección cuando las personas se rascan, generando heridas y permitiendo el ingreso de bacterias. Si existe un aumento importante de la inflación y dolor, se recomienda acudir a un centro médico para su evaluación. En el caso de un posible viaje, se sugiere acudir con un especialista en enfermedades del viajero para tener recomendaciones acerca de las medidas de prevención necesarias que van desde el uso de repelentes y cierto tipo de ropa, hasta profilaxis con medicamentos y vacunas.

Fuente: Dr. Felipe Maluenda, jefe del Servicio de Urgencia de Clínica San Carlos de Apoquindo.

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