Al aproximarse marzo, también se acerca el momento de cumplir los requisitos que suelen establecer colegios y clubes deportivos ante de iniciar un nuevo ciclo escolar, típicamente consultas con el otorrinolaringólogo o el oftalmólogo, pero también hay un requerimiento que puede estar incluido en la lista de pendientes: una revisión cardiológica pediátrica.

El doctor Cristián Clavería, cardiólogo pediatra de la Red de Salud UC CHRISTUS, explica las ventajas y limitaciones que puede tener el monitoreo de la salud cardiológica de los escolares, especialmente si estos practican actividad física de manera regular.

¿En qué consiste?

El Chequeo Cardio Escolar de Clínica San Carlos de Apoquindo consiste en una encuesta de riesgo cardiovascular, la realización de un electrocardiograma, y una consulta con un cardiólogo pediatra, todo en una sola visita.

En la consulta se revisa el historial médico personal y familiar, factores de riesgo (como trastornos alimentarios o abuso de sustancias) y se realiza un examen físico completo con énfasis cardiovascular.

Este tipo de evaluación tiene como objetivo detectar la presencia de condiciones cardiovasculares no diagnosticadas que pueden manifestarse con la actividad física intensa, pudiendo determinar o ser causales de muerte súbita. Sin embargo, para el doctor Clavería es muy importante enfatizar a los padres que son extremadamente raros los casos de muerte súbita en niños en edad escolar, ya que las estadísticas muestran que ocurre en 1 a 2 por cada 100.000 habitantes.

¿Cuáles son las limitaciones de este chequeo?

La relación de la muerte súbita con problemas cardiológicos no detectados ha encendido las alarmas, y ha llevado a los padres a buscar la seguridad de que no existe un peligro en la práctica deportiva que realiza el niño.

“Durante la consulta evaluamos si está en condiciones aptas para hacer actividad física, además revisamos factores que pueden influir de distintas formas; así podemos, con cierto grado, pero no con 100% de certeza, descartar o diagnosticar una condición cardiológica que pudiese poner en riesgo a esa persona en la práctica de deporte”, explica el Dr. Clavería.

Por esta razón, insiste en que una medida adecuada a desarrollar en los colegios y centros deportivos es la capacitación de su personal para responder en forma adecuada frente a un evento de muerte súbita con maniobras de reanimación cardiopulmonar y uso adecuado del  desfibrilador externo automático (DEA). 

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