Ante la crisis que ha experimentado el mundo por el nuevo Coronavirus, los recursos sanitarios se están priorizando para la atención de pacientes con patologías respiratorias. Además, la cuarentena obligatoria o voluntaria para evitar la movilización de personas en la ciudad conlleva a una disminución de las atenciones médicas presenciales.

Desde el Centro Interdisciplinario del Dolor UC CHRISTUS informan que el equipo mantiene horas presenciales para aquellos pacientes que necesiten renovar recetas, licencias médicas o reevaluación por cambios en su enfermedad de base. Sin embargo, es importante que los pacientes conozcan la agenda de medicina a distancia, abierta a través de Telemedicina UC CHRISTUS, en donde podrán encontrar atención de especialistas, kinesiólogos y psicólogos del dolor. Agenda tu hora aquí.

¿Puede aumentar el dolor en cuarentena? 

Aunado a la logística de atención, la situación excepcional que vive el país puede incrementar los niveles de estrés en los pacientes, lo que afecta la percepción y expresión del dolor crónico, impacta la calidad de vida y aumenta los problemas para dormir. 

Es importante continuar las indicaciones médicas y kinésicas entregadas por sus especialistas, evitar la automedicación y la suspensión brusca de tratamientos sin previa consulta a los equipos tratantes. Si un paciente que sufre de dolor crónico presenta COVID-19, debe conversar con sus médicos sobre el tratamiento que lleva actualmente. 

¿Se debe mantener la actividad física? 

Si normalmente mantenemos el hábito del ejercicio físico como nos ha indicado el kinesiólogo, este se puede transformar en un elemento protector del sistema inmune. Sin embargo, es muy importante no realizar sobrecarga o inicios muy bruscos de rutinas de ejercicios de dificultad moderada a alta, pues se podría incrementar el dolor. La recomendación es realizar la actividad de forma gradual, siempre en casa.

¿Qué puedo hacer en cuarentena? 

Una de las claves es entender la situación excepcional que estamos viviendo: nuestras rutinas y formas de relacionarnos han cambiado; por lo tanto, sentir y reconocer emociones como temor, ansiedad y pérdida del control son esperables. Por esto, debemos evaluar y repensar la respuesta que estamos ofreciendo. 

Algunos consejos:

• Manténgase activo.
• Haga dentro de lo posible una vida normal, respete rutinas y horarios para levantarse y acostarse.
• Mantenga cierta exposición a la luz solar, salga al patio o asómese a la ventana o balcón.
• Coma sano (evite azucares refinados e hidrátese) y respete sus horarios de alimentación.
• Manténgase informado, pero limite el uso de redes sociales. Practique el “ayuno digital”, un tiempo de desconexión que le permita estar en el ahora. Infórmese desde fuentes fidedignas y oficiales.
• Busque y proteja espacios de ocio.
• Comparta con sus seres queridos, active plataformas virtuales de comunicación en caso de tener familiares lejos y pida ayuda a tiempo.
• Ayude a familiares y cercanos a mantener la calma y tener un pensamiento adaptativo a cada situación.
• Tenga atención con conductas de discriminación, el miedo puede gatillar este tipo de situaciones.
• Infórmese de cómo hablar y enfrentar la situación en caso de que conviva con niños.