Por muchos años, ella trabajó como enfermera en el área de Pediatría, pero gracias a una oportunidad que se le presentó luego de hacer su postítulo para especializarse en oncología de niños le cambió la vida, pues comenzó a realizar “una labor que día a día me llena el corazón, acompañar y ayudar a los más pequeños y a sus padres en momentos difíciles y mantenerlos con vida, es lo más gratificante”, nos cuenta Catherine.

Hace cuatro años que trabaja en el Centro de Cáncer como Coordinadora de Trasplante de Médula Ósea para adultos y niños. Debe buscar compatibilidad, que puede ser encontrada a través de sus hermanos o padres, o por medio de los registros internacionales que disponibiliza DKMS, fundación internacional dedicada a trabajar contra el cáncer de sangre y otros desórdenes de la sangre.

“Para quienes trabajamos en esta área existe un desgaste emocional grande, tanto por la cantidad de procedimientos que estamos realizando semanalmente, como también el rebrote de los pacientes que dejaron de consultar. En medio de la pandemia, queremos que nuestros pacientes logren encontrar a su compatible para que sigan con vida, por esto que, sin duda, los acompañamos y educamos en todo su proceso, atendiendo a las necesidades de ellos y sus familias para buscar un resultado exitoso”, agrega.

Catherine, nos cuenta que su trabajo la ayuda a sensibilizarse aún más, ya que empatiza con los papás de los pacientes, sobre todo cuando piensa en sus hijos, la fortalece aún más para ayudar a otros.

“Me da mucha pena, por todas las familias que llegan con tanta angustia, porque el trasplante es su última opción. Lo único que quiero es ayudarlos y facilitarles el proceso, porque es muy engorroso, lo administrativo y económico”, nos explica Catherine. Es por este motivo que, en medio de la pandemia, esto la mantiene en pie, ya que hay muchas personas que necesitan de su apoyo y con sus capacidades siente que puede aportar en el duro proceso que viven.

En febrero de este año estuvo con licencia por estrés, debido a la carga laboral y todo lo que conlleva tener mellizos cursando prekínder y sus clases online. Por la falta de sueño y los dolores de cabeza debió ser controlada a través de una licencia médica conversada con su jefatura para poder reactivarse a su vuelta. “Me desconecté del trabajo y tuve 100% apoyo de mi equipo. Empecé con terapia psicológica, que lo hago hasta ahora, me puse límites por mi salud mental y así dar una buena atención, porque si no, no se puede”, nos detalla.

Sin embargo, luego de retomar sus labores, Catherine, enfatiza en “la capacidad que tengo para ayudarlos, siento que estoy capacitada y puedo estar a la disposición de los pacientes. Ellos tienen mi número y mail, me pueden contactar cuando lo necesiten. Mi tarea hoy, es poder entregarles todo el apoyo y facilidades para que puedan avanzar en su proceso de la mejor manera”.