El deseo de todos los padres es ver que sus hijos desarrollen habilidades positivas que les permitan tener recursos personales para encontrar soluciones a sus problemas. Y estimular su imaginación podría ser una gran opción que les ayudará crear alternativas de acción ante la consecución de sus objetivos, además de encontrar maneras sanas de relacionarse con el mundo y los demás.

“La imaginación es una herramienta fundamental para el desarrollo de los niños, sin importar las características de su desarrollo, inteligencia o habilidades de pensamiento, pues permite crear, representar y desarrollar actividades, pensamientos, ideas o mundos posibles que no necesariamente son parte de una realidad común”, nos cuenta Claudia Figueroa, fonoaudióloga del Programa Trastorno de Espectro Autista (TEA) del Centro Médico San Joaquín.

El “ser creativo” implica responder a los requerimientos de nuestro entorno de manera más flexible, innovadora e incluso manipulando la información a través de nuestros sentidos, lo que nos permite una creación de mundos propios.

Es por ello que, “la clave parece ser permitirles a los niños explorar a través de sus sentidos o en nosotros mismos como padres para que desde los recursos propios y preferencias (cualquiera sea ellas) podamos responder a lo que se nos solicita”, explica la fonoaudióloga.

¿Qué actividades y ejercicios existen para desarrollar la imaginación de los niños?

• Generar actividades de estimulación de los sentidos: música, pintura, lectura, actividades manuales, entre otras, que ayuden a planificar creaciones propias con temas específicos. Como los niños necesitan anticipación, lo importante sería entregarles un tema y que sea el niño el que exprese a través de alguna creación (collage, pintura, dibujo, baile, composición musical, etc.). La idea es que una vez realizado, sea el mismo niño el que explique su composición a su entorno o familia. Hacer de esto una práctica participativa con los cuidadores y su entorno más cercano, fortalecerá los lazos afectivos y promoverá estrategias de aprendizaje más efectivas.

   

• Fortalecer la confianza en los niños y sus destrezas sin importar cuáles sean: recortar, pintar, leer o escribir historias, para promover su uso y dar espacio para que logre expresarse a partir de ello. Hay niños que espontáneamente suelen evidenciar gustos por ciertas formas de expresión y otros más inhibidos. Mostrarles nuevas formas de expresión y promover su exploración en ellas puede ser una herramienta que fortalezca su desarrollo. Y para aquellos más inhibidos, el acompañarlos en el conocimiento de técnicas (practicando o participando con ello de las actividades) puede que no sólo logre descubrir una habilidad, sino que también fortalezca su personalidad y hábitos de búsqueda de nuevos conocimientos.
  

• Mostrar a través de actividades al aire libre, visitas a museos, conciertos, teatro formas diversas de expresión válidas para la generación de historias, de información o expresión: no sólo fortalece la experiencia como familia, sino que también genera hábitos de observación, conocimiento, exploración efectivos y vivenciales que pueden potenciar el aprendizaje.