La Fonoaudióloga del Centro Médico San Joaquín UC Christus, Magíster en Desarrollo Cognitivo y Especialista en el Abordaje Multidimensional de la Tartamudez, Claudia Figueroa, comenta al respecto “en la actualidad, el tratamiento a las personas que tartamudean ya no se centran en la exclusividad de los síntomas del habla (lo que se ve o se escucha de su lenguaje) sino que junto a ello en la percepción social, lingüística, cognitiva y emocional que esta dificultad afecta a aquellas personas que la presentan pues tiene la particularidad de ser una alteración involuntaria y cíclica que por lo tanto, depende de un manejo de estrategias terapéuticas, pero se sabe que puede haber ciclos más comprometedores que otros a lo largo del tiempo”.

Desde esa mirada, Pedro Held estudiante PUC y con diagnóstico de tartamudez, estudió College de Ciencias Sociales, Ingeniería Comercial mención Economía y Magíster en  Economía con mención en Políticas Públicas, y con esta experiencia estudiantil plantea que en su paso en esta casa de estudios “pocas veces me tocó conversarlo con los docentes directamente pues intenté hacer un trabajo interno y fortalecer mis propias herramientas. Sin embargo, frente a exposiciones o por ejemplo en el taller de teatro, me tocó conversarlo y fui bien acogido. Con algo de asombro, pero bien”.

Según la especialista, esto es fundamental. Estar atento a las necesidades de las personas que tartamudean. Afirma que “no todas las personas que tartamudean están dispuestas a abrir este tema en su entorno. Se tornan más introvertidos y temen conversarlo. Ello no puede ser forzado sino más bien, acogido y ojalá contenidos acompañados por las terapias necesarias para ello”.

Del mismo modo frente a la consulta a Pedro sobre qué cree él, que puede ser una ayuda por parte de los docentes para los estudiantes que tartamudean plantea que: “se hace necesario que se cree un ambiente en que las personas con estas características no se sientan enjuiciadas, contener las burlas, ojalá en el contexto aula generar un espacio seguro que es clave”. 

Respecto a las evaluaciones, hace aún más precisiones: “ojalá que los docentes creen pautas diferenciadas para el desarrollo de las exposiciones, que son las que más dejan en evidencias las dificultades y no parece justo ser evaluado por algo que no se puede controlar”

En este mismo sentido, la Fonoaudióloga plantea que “en el contexto del aula Universitaria, la mayores dificultades planteadas desde los estudiantes que están en tratamiento, suelen relacionarse con los desafíos estudiantiles de exposiciones, desarrollo de tareas verbales en grupo, generación de comunicación oral espontánea principalmente. Para el manejo de ello, un Docente requiere la sensibilidad necesaria para conversar directamente con sus estudiante que presenta la tartamudez y de común acuerdo generar estrategias que permitan cumplir con los objetivos de aprendizaje, pero a la vez generar herramientas efectivas para el desarrollo de los mismos que no aumenten las brechas existentes con personas sin tartamudez”

Finalmente, respecto a lo que Pedro recomienda para aquellos estudiantes que presentan tartamudez afirma: “el tartamudear la verdad es que creo que no limita solo a la Universidad sino que la Vida si no somos capaces de mirarlo y abordarlo como personas y como comunidad. En la Universidad uno se entrena para la vida y en los entornos cercanos es más fácil manejarlo. En la vida laboral es quizás más difícil. Yo tomé habilidades comunicativas orales, me preparé con terapia e intenté no evitar nada de lo que la Universidad me pedía como estudiante. Incluso tomé teatro para salir de mi zona de confort y con ello fortalecerme, yo como persona.

Ante esto la terapeuta recomienda: “Es esencial que como sociedad nos hagamos cargo de nuestras debilidades. Las personas que tartamudean presentan una particularidad en su habla que los hace repetir, prolongar, alterar la velocidad y continuidad de su lenguaje, de manera que comprometen su fluidez, pero ello es diferente en cada uno. El entrenarse y manejarse desde los síntomas es fundamental, pero el acoger, mantener la conversación, dar los tiempos de espera, generar espacios de confianza es una tarea de todos”