Moderna técnica para examinar el hígado
Red de salud UC CHRISTUS incorpora Fibroscan® , que permite medir la fibrosis hepática de manera no invasiva.
Las enfermedades del hígado son altamente prevalentes en nuestro país y constituyen la primera causa de muerte entre los 45 y los 64 años. Son, además, tres veces más frecuentes que en Estados Unidos.
Poco menos del 10 por ciento de las muertes que ocurren en nuestro país, en hombres y mujeres, corresponden a cirrosis y otras patologías del hígado. Estudios realizados por especialistas de la Red de Salud UC CHRISTUS demuestran que las enfermedades hepáticas no relacionadas con el consumo de alcohol van en aumento. Es lo que se conoce como “hígado graso no alcohólico”, que se relaciona directamente con daño en este órgano.
Recientemente, nuestra red ha incorporado a sus prestaciones una técnica llamada elastografía hepática que utiliza el ultrasonido para evaluar –de manera no invasiva- el grado de fibrosis del hígado y así valorar el grado de avance de la enfermedad y tomar decisiones terapéuticas o evaluar la respuesta que el paciente está teniendo ante un determinado tratamiento. La elastografía hepática se realiza con un aparato dedicado llamado Fibroscan®.
El doctor Marco Arrese, profesor titular de la Escuela de Medicina UC y jefe del Departamento de Gastroenterología, explica que con esta técnica se obtiene información valiosa sobre las enfermedades del hígado y que incluso se puede evitar la hasta ahora tan necesaria biopsia hepática. “El Fibroscan® permite realizar una evaluación no invasiva de las enfermedades hepáticas que que es complementaria a la biopsia hepática y puede en algunos casos reemplazarla, que requiere hospitalización del paciente y tiene riesgos que pueden ser importantes. La elastografia es un examen simple que dura menos de 15 minutos y el paciente vuelve de inmediato a sus tareas habituales. Además, esta técnica puede ser utilizada para evaluar pacientes en riesgo de enfermedad hepática (pacientes diabéticos, obesos, consumidores de cantidades excesivas de alcohol o portadores de síndrome metabólico)”, afirma el especilista.
El daño hepático –dice el especialista- genera una reducción de la elasticidad o aumento de la rigidez del hígado. Es decir, a mayor dureza o rigidez, mayor es el daño. Fibroscan mide esta condición mediante ultrasonido y un pulso mecánico de vibración de baja frecuencia. Así se mide a su vez la velocidad de propagación de la onda elástica a nivel intrahepático. A mayor velocidad, mayor daño.
El procedimiento es sencillo, indoloro y rápido. El paciente se tiende sobre una camilla, con el brazo derecho estirado detrás de la cabeza. El profesional que toma el examen ubica el hígado y el punto en el que se aplicará la onda, unta la zona con un gel y pasa un pequeño aparato. El resultado se obtiene de inmediato.