Cuando llega el verano nos ponemos más contentos porque los días son más largos y cálidos. También es tiempo de mostrar un poco más la piel, ya que el clima se hace más propicio para usar prendas más ligeras, sobre todo si vamos a estar en la playa o en la piscina.

Sin embargo, como estamos expuestos al sol, debemos considerar algunas recomendaciones para cuidar nuestra piel en verano. Lo anterior implica que, además de hidratar y limpiar muy bien nuestra piel, debemos consumir al menos 2 litros de agua al día y aumentar el consumo de frutas y verduras que aportan las vitaminas que la piel necesita para defenderse.

Después de exponerse al sol o al agua clorada, es necesario ducharse. Limpiar la piel con productos suaves que no alteren el manto ácido de la piel, que no irriten ni sean muy perfumados, pero sí ayuden a eliminar la grasa y suciedad acumuladas.

Es muy importante considerar lo siguiente:

• La hidratación debe ser diaria, ya que el calor reseca la piel.


• Se recomienda el uso de prendas de vestir más oscuras, que son capaces de detener la radiación ultravioleta.


• En el caso de los pacientes alérgicos se recomienda evitar el uso de ropa sintética o de lana y preferir el uso de ropa de algodón.


• Lo recomendable es utilizar un protector solar con un factor sobre 30, media hora antes de la exposición solar, y se deben reaplicar en caso de sudor o de exposición al agua.


• Debemos reducir al mínimo la exposición al sol entre las 10:00 y las 16:00 horas, especialmente al mediodía, hora de máxima intensidad de radiación ultravioleta.