Rescate

Los niños y el duelo: ¿cómo ayudarlos a superar la muerte de sus mascotas?

18/01/2019

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La psicóloga Claudia Brett, especialista en psicoterapia infanto juvenil aconseja a los padres sobre cómo dar a entender a los hijos lo que significa la muerte de una mascota.

Puede ser un perro, un gato, un canario, un hámster, un conejo y hasta un caballo. Cualquiera sea la mascota, muchas veces se convierten en el mejor amigo de los niños. Por lo mismo, cuando fallecen, el apoyo hacia los menores es primordial. Sin embargo, hay que saber cómo dirigirse a ellos luego de la partida de su compañero. Para eso, la psicóloga Claudia Brett, especialista en psicoterapia infanto juvenil perteneciente a nuestra Red, aconseja a los padres sobre cómo dar a entender a los hijos lo que significa la muerte.


¿Cómo actuar ante la depresión de un niño que pierde a su mascota?


La reacción de un niño ante la muerte de una mascota es variada y va a depender de sus características psicológicas, del vínculo que tuvo con la mascota, de la forma de morir (si fue traumático o inesperado, tras una enfermedad crónica u otro), de la muerte misma (si estuvo la persona presente o supo por terceros), entre otras. Los sentimientos más comunes son la pena, incredulidad, rabia hacia sí mismo y hacia otros, culpa, soledad, frustración y desamparo. El primer paso es escuchar y entender al niño (a) en su dolor, preguntarle qué siente y piensa al respecto, idealmente en forma individual. Tampoco presionarlos a hablar si no lo desean, pero siendo claros en que estarán disponibles cuando lo necesiten. Evitar eufemismos y mentiras al hablar de la muerte. Lo importante es ser claro y honesto, evitando frases como “va a dormir para siempre” o “se fue a una casa más grande”. También es una oportunidad de hablar de la muerte en sus tres componentes esenciales: es el fin de la actividad física (el cuerpo deja de funcionar, por lo tanto, deja de pensar y sentir), es irreversible y universal.


¿Qué rol pueden llegar a cumplir las mascotas en la vida de un niño?


Muchas películas de Hollywood o Disney han retratado esta intensa, sana e incondicional relación entre un humano y su mascota. Generalmente, se oyen testimonios de niños que dan cuenta de la gran relevancia que tienen sus mascotas para sentirse queridos y acompañados, desde un afecto que se recibe como incondicional, sin juicios ni críticas, en una relación simple y profunda a la vez. Por ejemplo, niños y adolescentes que padecen depresión, pueden sentirse muy bien sacando a pasear al perro o acariciando al gato, pues son momentos en que todos los pensamientos negativos perturbadores se ponen en pausa y logran disfrutar. Además para niños con problemas de conducta, una mascota puede ser importante para enseñarles responsabilidad y el cuidado por otros.


¿Cuánto tiempo se debiera esperar para suplir una mascota?


No existe un tiempo determinado, ya que va a depender de cómo sea el proceso del duelo familiar o del niño y de la importancia que tuvo esa mascota. En caso que haya existido un vínculo muy grande, suplir inmediatamente a la mascota puede interferir en una sana elaboración de la pérdida, ya que simplemente no da tiempo para ello. Además, se entrega un mensaje confuso: “aquí no ha pasado nada”, restándole importancia al duelo. Es importante conversar en familia y tomar la decisión en conjunto de cuándo se considera que sería un buen momento para una nueva mascota, y si es que se quiere tener la misma u otra, analizando pro y contras acorde a la realidad de cada familia.


¿Es bueno que los niños se encariñen tanto con los animales domésticos?


El principal “inconveniente” de encariñarse tanto con las mascotas es que es más probable sufrir por la pérdida. Por eso, antes de tener una mascota, es importante que los niños sepan del animal que vive en la casa (su edad, si tiene enfermedades, cuánto viven en promedio, etc). Sin embargo, si se ponen en una balanza todos los aspectos positivos que puede traer la tenencia responsable de un animal versus los negativos, probablemente ganen los positivos. Si bien se puede sentir dolor tras la pérdida de una mascota querida, también puede aportar recuerdos positivos que se transformen en recursos psicológicos a la hora de enfrentar otras dificultades. Por último, ante la muerte de la mascota surge la necesidad familiar de hablar del ciclo de la vida y de la muerte, posibilitando un mejor entendimiento de ella.


¿Es importante considerar a las mascotas como un miembro más de la familia?


En general, cuando se considera a la mascota como parte de la familia, se da de forma espontánea y natural. Por ejemplo, cuando se pregunta quién compone la familia, frecuentemente los niños y niñas incluyen a sus mascotas. Esto no es algo negativo, como tampoco lo es no incluirla en la descripción de los integrantes, siempre y cuando se mantenga un adecuado cuidado y responsabilidad hacia las necesidades del animal. No obstante, es importante tener las prioridades claras, en donde se debe privilegiar el bienestar de los más pequeños. Por ejemplo, hay situaciones en que los integrantes de la familia no logran conciliar adecuadamente el sueño debido a las “demandas” de las mascotas, generando efectos adversos a nivel familiar que pueden ser resueltas estableciendo ciertos límites.

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