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Vivir con Trastorno Afectivo Bipolar: lo que no debes olvidar

25/03/2019

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 60 millones de personas son diagnosticadas con Trastorno Afectivo Bipolar (TAB), una enfermedad mental que fluctúa entre la manía y la depresión, lo que provoca la estigmatización de la sociedad frente a lo que significa padecerla.

El doctor Alberto Aedo, psiquiatra de Red de Salud UC CHRISTUS, menciona y explica cuatro importantes puntos para que -tanto el paciente como su entorno- tengan en consideración a la hora de diagnosticar, convivir o vivir con un trastorno afectivo bipolar.


“Diagnosticar un TAB puede tardar un buen tiempo”


Para que el psiquiatra tenga un diagnóstico seguro, el aporte del historial clínico por parte del paciente y su red de apoyo es fundamental, así se identifica la historia de vida anímica de quien lo padece, tanto sus exaltaciones anímicas –manía e hipomanía- como los descensos anímicos (depresiones).


“Los pacientes con TAB no pueden consumir drogas y deben regular la ingesta de cafeína”


El consumo de marihuana u otras drogas podría provocar una descompensación anímica y complicar el curso de la enfermedad. En cuanto a la cafeína, es recomendable disminuir al máximo su consumo, ya que el efecto de insomnio dura-aproximadamente- ocho horas.


“La depresión no solo significa estar triste”


Existen otros síntomas que delatan la existencia de una depresión en la persona:



  • Disminución en los niveles de energía

  • Cansancio

  • Ansiedad

  • Pérdida o exceso de apetito

  • Baja autoestima

  • Pesimismo

  • Pérdida de sentir placer por las cosas


“Date tiempo para disfrutar y sigue correctamente el tratamiento”


Si el paciente realiza actividades de su agrado y de forma relajada podrá enfrentar su estrés de mejor manera, así como también ayuda el realizar ejercicio físico moderado. Por otro lado, seguir al pie de la letra el tratamiento farmacológico es la mejor manera para evitar recaídas anímicas. De lo contrario, abandonar la medicación por iniciativa propia genera resistencia al fármaco, entre otros peligros.

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