“En la UCI Pediátrica nos ha tocado estudiar de nuevo para atender en pandemia”
Aunque se repite entre los equipos que la llamada segunda ola ha sido mucho más repentina, Carolina Contardo, actualmente enfermera supervisora del área de Pediatría de Clínica San Carlos de Apoquindo, sigue de pie atendiendo. “No queda otra que tener ánimo, todo el equipo es necesario y no podemos flaquear”, comenta.
Los primeros casos de COVID-19 para la UCI Pediátrica en San Carlos fueron adolescentes o adultos jóvenes, pero el cambio empezó a notarse cuando ingresaron pacientes mayores, que recientemente habían salido de su intubación y ahora presentaban delirium. “El trabajo en pandemia ha sido difícil, porque hemos tenido que combinar nuestro tipo de pacientes con otros, que han pasado a ser adultos, con patologías diferentes. Hemos tenido que estudiar de nuevo".
El delirium es un cuadro clínico en el que se presentan fluctuaciones en el nivel de conciencia. “Llegan personas que nos dicen cosas fuertes, y es difícil no tomarlo personal. El delirium causa que las personas estén desorientadas, que te hablen incoherencias. De hecho, tuvimos un paciente que era dueño de una carnicería y en la noche, como había un poco más de frío, pensaba que lo teníamos en el frigorífico".
Sin embargo, pese a que personas se resistieron al cambio, privó el trabajo en conjunto y el apoyo de la Unidad de Paciente Critico, de Psiquiatría o de Intermedio. Además, contaban a su favor la experiencia en el trato complejo con la familia, otro aspecto del COVID-19: “Nunca llegó el coronavirus solo, siempre fue junto a la dinámica familiar y ya estamos acostumbrados en pediatría a esto".
Premio Daisy
Ofrecerse para ser parte de la Unidad de Neonatología cuando más se necesitaba y no había reemplazo posible, la puso en el radar para ser una de las reconocidas del Premio Daisy, otorgado a profesionales de enfermería por su labor destacada en nuestra Red. “Fue un desafío, pues no me imaginé nunca en la Neo, pero lo que me facilitó mi incorporación fue que ahí todo funciona como reloj y hay que acostumbrarse al ritmo del reloj; además de mi equipo de trabajo, que sin su apoyo tampoco lo hubiera logrado, mención especial a Romina y a Francisca".
Ahora, vuelve a las filas de Pediatría, nombrada supervisora desde hace pocos meses, para poner su energía en seguir apoyando a pacientes en medio de la pandemia.