El autocuidado de la salud implica una actitud activa y responsable. Realizar acciones de promoción de hábitos saludables, actividad física regular y acudir a controles médicos preventivos son prácticas esenciales para mantener una vida saludable.

Cuidar nuestra salud es una responsabilidad que nos concierne a todos. No solo es importante para nuestro propio bienestar, sino también para el de nuestras familias y comunidades. El autocuidado de la salud se refiere a la adopción de una actitud activa y responsable sobre nuestra salud, lo que incluye promover hábitos saludables, realizar actividad física y acudir a controles médicos preventivos. Para aquellos con enfermedades crónicas, mantener visitas médicas regulares y adherirse al tratamiento es crucial.

La Dra. Claudia Wellmann, médico familiar en adulto UC CHRISTUS, subraya la importancia del autocuidado. "Se ha demostrado que las personas que toman acciones en relación con el autocuidado tienen mejores resultados en su salud. Tomar medidas proactivas ayuda a disminuir las probabilidades de enfermarse y agravar las enfermedades diagnosticadas, aportando al bienestar emocional y físico".

• Adoptar conductas diarias que promuevan la salud es esencial. Algunas recomendaciones incluyen el evitar el consumo de sustancias nocivas, dedicarse tiempo para actividades recreativas, hacer pausas en el trabajo, alimentarse con dietas saludables y construir hábitos de actividad física.
• Una alimentación equilibrada incluye consumir una variedad de alimentos como frutas, verduras, legumbres y proteínas, evitando el exceso. Algunas consideraciones importantes son: consumir 5 porciones de frutas y verduras al día, evitar alimentos ricos en grasas saturadas, como frituras y embutidos y disminuir el consumo de sal, no superando una cucharadita diaria.
• Con el aumento del teletrabajo, muchas personas pasan largas horas sentadas. "Recomendamos tener un estilo de vida menos sedentario, programando tiempos de caminata y movimiento durante la jornada", aconseja la Dra. Wellmann. Además, es esencial estructurar una actividad física regular, idealmente 150 minutos o 3 veces a la semana, con ejercicios aeróbicos de intensidad moderada.
• El sueño reparador es otro hábito clave para una vida saludable. Los adultos deberían dormir entre 7 a 9 horas diarias. Para lograrlo, es importante mantener horarios regulares para dormir y despertar, evitar el uso de pantallas en las noches y optar por una alimentación liviana antes de dormir, idealmente dos horas antes.

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