El Mindfulness puede considerarse una filosofía de vida que incluye la práctica de la meditación. Juntamente a varias técnicas de relajación, su apogeo es reciente. “Capacidad de prestar atención deliberadamente a la experiencia del momento presente tal como es, con gentileza y sin juicios. Puede entrenarse a través de prácticas y de intervenciones clínicas”, nos explica el Dr. Sebastián Medeiros, psiquiatra e instructor de Mindfulness.

En general, la práctica del mindfulness es segura para toda persona que quiera aprenderla. “Va dirigido a cualquier persona interesada en cultivar nuevas formas de relación con sí misma, las dificultades de la vida y con las relaciones o vínculos con otros”, agregar el doctor. En caso de antecedentes de eventos traumáticos se puede requerir del acompañamiento especializado o adaptarse según la necesidad. No está recomendada en casos de sintomatología depresiva severa, adicción activa o psicosis sin tratamiento. 

¿Para qué nos sirve esta práctica?

• Reconocer los patrones automáticos de funcionamientos.
• Aumentar el auto cuidado y salud integral.
• Aprendizaje de manejo del estrés.
• Disminución de ansiedad y depresión para aumentar nuestro bienestar y felicidad.
• Mayor regulación de las emociones y de experiencias difíciles.
• Incorporar la meditación como un hábito diario.
  

¿Cómo se realiza el mindfulness?

• Existen prácticas formales como la meditación sentada, escaneo corporal, meditación en movimiento, entre otros. Y están las informales que es la transmisión de la práctica al diario vivir, sumándolo a las actividades del día a día.
• Idealmente, encontrar un espacio seguro y comenzar a familiarizarse con anclas sensoriales.
• Se espera que la meditación fuera diaria y el mejor momento para realizarlo es en el presente, no es necesario esperar un momento especial o ideal, se pueden hacer prácticas breves en diversos momentos.

El Dr. Sebastián Medeiros nos precisa que “la conexión con el momento presente permite mayor consciencia de sensaciones corporales, emociones y pensamientos que nos llevan al sufrimiento. La práctica mindfulness permite reconocer nuestras necesidades y favorecer el autocuidado”. 

Al generar un hábito diario, el mindfulness nos ayudará a recuperar nuestro equilibrio interno, atendiendo en forma integral los aspectos de la persona: cuerpo, mente y espíritu. Además de desarrollar una mayor capacidad de discernimiento y de compasión. Hacerlo, nos abre la puerta hacia nuevas posibilidades, nos trae al aquí y al ahora, nos invita a vivir.