Día Mundial contra la Hepatitis: un llamado a la acción para cuidar tu hígado
El 28 de julio se conmemora el cuidado frente a esta enfermedad silenciosa, pero grave. Una fecha establecida en la 63ª Asamblea Mundial de la Salud, en 2010, para crear conciencia y promover acciones.
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La hepatitis es una inflamación del hígado que puede afectar su buen funcionamiento y llevar a complicaciones graves como la cirrosis o el cáncer. Los factores de riesgo incluyen consumo de alimentos o agua contaminada, consumo excesivo de alcohol, tatuajes en condiciones no seguras, conductas sexuales de riesgo y uso de drogas intravenosas.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América, se reportan casi 80.000 nuevas infecciones de hepatitis B y C anualmente, muchas de las cuales pasan desapercibidas. Esto resulta en más de 100.000 muertes relacionadas con la hepatitis cada año.
Principales tipos de virus de la hepatitis:
- Hepatitis A: esta infección aguda se contagia, principalmente, por el consumo de agua o alimentos contaminados. En la mayoría de los casos, las personas se recuperan sin necesidad de tratamiento específico y sin sufrir daños permanentes en el hígado.
- Hepatitis B: el virus de la hepatitis B se transmite, principalmente, a través del contacto sexual, contacto directo con sangre infectada (agujas o perforaciones) y de madre a hijo durante el embarazo o el parto. En algunos casos, la infección puede volverse crónica y causar daño hepático progresivo. Desde 2005, el Ministerio de Salud de Chile incorporó la vacuna contra la hepatitis B en el calendario de vacunación para recién nacidos.
Hepatitis C: se transmite a través del contacto directo con sangre o fluidos corporales infectados. A diferencia de la hepatitis A y B, la hepatitis C a menudo evoluciona de manera crónica. Es una enfermedad asintomática durante muchos años, lo que puede llevar a un diagnóstico tardío y causar daño hepático progresivo, pudiendo resultar en cirrosis o cáncer hepático.
Síntomas de la Hepatitis:
- Dolor abdominal
- Orina oscura
- Fatiga
- Picazón generalizada
- Ictericia (piel y ojos amarillos)
- Pérdida de apetito
- Fiebre baja
- Náuseas y vómitos
Pérdida notable de peso
Es importante tener en cuenta que algunas personas pueden estar infectadas con hepatitis B o C sin presentar síntomas iniciales y desarrollar complicaciones hepáticas en el futuro.
Diagnóstico:
Para quienes tienen factores de riesgo o preocupaciones sobre la hepatitis, es recomendable realizar exámenes periódicos y mantener una comunicación abierta con el médico para la detección temprana y el manejo adecuado de la enfermedad.