La adolescencia, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el período que inicia a los 10 años, como una fase crucial en la vida de una persona, caracterizada por cambios físicos, sociales y psíquicos. Durante esta etapa, los adolescentes comienzan a explorar su identidad y a buscar autonomía, enfrentándose a desafíos que moldearán su futuro.

"La adolescencia es una gran crisis," afirma la Dra. Carla Inzunza, psiquiatra infanto-juvenil de UC CHRISTUS. "Es un proceso biológico y neurobiológico que desafía tanto al cuerpo como a la mente, requiriendo una transformación completa para adaptarse a los nuevos cambios."

Estos cambios se manifiestan en distintos ámbitos. Físicamente, el cuerpo experimenta un crecimiento acelerado y desarrollo hormonal, lo que puede causar inseguridades y comparaciones con los pares. "El cómo me siento con mi cuerpo y el deseo de ser incluido en un grupo son aspectos cruciales durante esta etapa," explica la Dra. Inzunza.

Psicológicamente, los adolescentes comienzan a cuestionarse a sí mismos y a desarrollar una mayor autoconciencia. "La búsqueda de identidad es un leitmotiv de esta etapa," señala Juan Pablo Duhalde, director del Instituto Nacional de la Juventud. "Implica tener una mayor conciencia de uno mismo, algo que en la niñez no está tan desarrollado."

La relación con los padres también sufre transformaciones. "Desde los 12 años en adelante, los adolescentes tienden a ser más irascibles y demandantes," comenta Inzunza. "Empiezan a afirmar su autonomía y a tener opiniones que deben ser consideradas", agrega.

La adolescencia es un período de intensos cambios y desafíos que, aunque sean difíciles, son fundamentales para el desarrollo integral de una persona. La comprensión y el apoyo de los adultos son esenciales para ayudar a los adolescentes a navegar esta etapa crucial en sus vidas.