Nuestras Historias: Colaboradoras de UC CHRISTUS comparten su testimonio sobre Cáncer de Mama
El diagnóstico de esta enfermedad es de un momento a otro puede cambiar la vida, llenando emociones a quienes lo enfrentan. Sin embargo, muchas mujeres han transformado sus experiencias personales en poderosas lecciones de vida.

Elena Izquierdo, Account Manager de convenios de salud, recuerda el momento en que su vida dio un giro inesperado. Tras posponer su mamografía durante meses debido a su agitada rutina, finalmente decidió hacerse la prueba. "Al momento de la mamografía, sentí que algo no estaba bien. La tecnóloga me pidió repetir las imágenes, y ese instante se sintió eterno", comparte. El diagnóstico llegó en medio de su trabajo, rodeada de compañeros. "Recibir la noticia fue abrumador. No podía evitar pensar en mis hijos y en lo que significaba para ellos", confiesa.
Sin embargo, en lugar de dejarse llevar por el miedo, Elena encontró apoyo en su entorno. Su jefa y colegas se convirtieron en un pilar fundamental durante este proceso. "Hice un viaje con mis hijos justo antes de comenzar el tratamiento. Quería disfrutar esos momentos y mostrarles que, a pesar de la situación, la vida continuaba", dice con una sonrisa. Esta experiencia le permitió desarrollar una nueva perspectiva en su trabajo. "Ahora, cuando interactúo con los pacientes, puedo conectar con ellos a un nivel más profundo. Entiendo sus preocupaciones y emociones, y eso me impulsa a ofrecer un apoyo genuino. Además, como parte de mi rol de coaching al equipo de ventas, puedo compartir mi historia y ayudar a otros a entender mejor las necesidades de los pacientes", reflexiona.
Beatriz Arancibia, Subgerente de Experiencia Pacientes Áreas Ambulatorias, también vivió un proceso transformador. A los 41 años, y tras un chequeo anual, se encontró con un diagnóstico que nunca imaginó. "Todo comenzó con un informe que indicaba microcalcificaciones. Recibí la recomendación de ver a un oncólogo, algo que naturalmente asusta, ya que pensaba que esto era un chequeo común", comparte. Luego de una biopsia, y sin haberle dado tanta, la noticia llegó de manera abrupta, el doctor le informó que, de acuerdo con su diagnóstico, debía someterse a una mastectomía total. "De un momento a otro sentí que mi vida cambiaba totalmente. Sin embargo, el apoyo de mi familia y la claridad con la que el Dr. Camus me acompañó en el proceso fue vital”, recuerda.
Beatriz optó por un tratamiento radical, confiando en que esa decisión sería la mejor para su salud y en la actualidad, luego de 5 años con tratamiento de tamoxifeno está de alta. "Jamás pensé que 10 años después de haber recibido ese diagnóstico en el Centro del Cáncer iba a tener la oportunidad de llegar a trabajar a Experiencia Paciente UC CHRISTUS. Me siento muy afortunada de poder compartir mi propia experiencia y contribuir a crear conciencia de la importancia de la prevención. Haber pasado por esa incertidumbre, confusión y miedo al pensar que te puedes morir… y la angustia ante cada chequeo hasta el día de hoy, me han permitido entender y empatizar de una manera muy cercana lo que muchas veces viven nuestros pacientes cada día. Poder trabajar cerca de quienes, con compasión y dedicación, trabajan día a día por mejorar la salud de las personas, al igual como lo hicieron conmigo, es un privilegio que me alegra y me energiza cada día.
Con una firme convicción, Beatriz resalta que "a pesar del miedo que puede generar hacerse una mamografía, la detección temprana es la clave. No podemos postergarnos y dejar que el día a día sea más importante que este chequeo anual. Una mamografía a tiempo puede salvar vidas. Detectar el cáncer a tiempo permite un tratamiento más efectivo y menos invasivo".
Eliana, TENS del Centro de Cáncer (CECA), también ha vivido una experiencia significativa. "Cuando me diagnosticaron, ya había pasado por una serie de síntomas que desestimé como molestias normales. Nunca pensé que algo grave estaba ocurriendo", dice Eliana. Su diagnóstico llegó con la urgencia de un tumor que necesitaba atención inmediata. "La noticia fue un impacto, especialmente porque mis hijos aún eran pequeños. Pero decidí que debía seguir adelante y ser la madre que ellos necesitaban", añade con determinación.
A lo largo de su proceso, Alejandra se ha mantenido activa y comprometida con su trabajo en UC CHRISTUS. "Me he dado cuenta de que esta experiencia no me define, sino que me ha brindado una nueva perspectiva. Al ver a los pacientes, puedo entender su ansiedad y su miedo. Estoy aquí para acompañarlos", explica. La conexión que ha creado con quienes atraviesan momentos similares se ha convertido en un motor para su labor diaria.
Las historias de Elena, Beatriz y Eliana son un testimonio inspirador de cómo cada experiencia puede convertirse en una oportunidad para aprender, crecer y ofrecer apoyo a los demás. Estas colaboradoras de UC CHRISTUS no solo enfrentaron un diagnóstico desafiante, sino que han encontrado un propósito profundo en su recorrido: proporcionar un acompañamiento humanizado a quienes buscan ser escuchados y comprendidos en momentos de vulnerabilidad. Su valentía nos invita a reflexionar sobre la importancia de la detección temprana.